1.- «Créito impotecario». ¡Increíble, pero no por ello falso! Un ‘periodista’, de los que compraron grabadora en San Andresito para incursionar en el oficio, usa las dos palabras aquí citadas cuando tiene que referirse a los deudores de créditos hipotecarios. Sobrarían comentarios sobre el asunto porque los dos garrafales errores de la frase saltan a la vista: hay omisión de la letra de (d) en la palabra crédito, y aparece un vocablo extraño en remplazo de hipotecario. Aunque insinúe «impotencia» de algunos ciudadanos para pagar las cuotas de su vivienda, «impotecario» no se aviene con la expresión aprobada lingüísticamente. Entonces: crédito hipotecario.

2.- «Ella sufría una penosa enfermedad». Esta afirmación suele emplearse cada vez que fallece una persona a consecuencia de un cáncer, por ejemplo. Se volvió «frase de cajón» (¡y qué clase de cajón se compromete, por cierto!). Creemos que, en la plenitud del siglo XXI, cuando el mundo y tantísimos de sus componentes han evolucionado, no tiene vigencia ya seguir ocultando lo que para muchos parece ser una vergüenza: padecer un cáncer. Por otra parte, esa no es la única enfermedad que produce pena (de donde se deriva el adjetivo ‘penosa’ que tanto emplean). Todas las enfermedades son penosas. Excepción hecha de los masoquistas, a los enfermos y sus parientes les causa pena o sufrimiento el padecer un quebranto de salud, por venial que este sea. Por estas sencillas razones se recomienda decir: «Falleció mengano, quien sufría cáncer de estómago»; o «Murió zutano luego de padecer cáncer en la garganta». Serán expresiones acertadas, sin dejar pena alguna. Una verdad inocultable no debe producir vergüenza. ¡Vergonzoso es que se roben la plata destinada para atender la salud!

3.- «El calzado que vistieron las reinas era de Bucaramanga». Entre los comentaristas que van a Cartagena con ocasión del concurso de belleza de cada año, hay quienes usan expresiones descompuestas semejantes a la del ejemplo. No «calzan» bien dichas locuciones radiales porque, como sabemos, efectivamente, los zapatos que calzan las candidatas son usados en los pies. ¡Como los usamos las demás personas! Esos locutores, entonces, ¿se calzarán los pantalones? Corrección: «El calzado que lucieron las reinas era de Bucaramanga».

4.- «Mi secreto se los voy a contar»: Muchas personas suelen emplear el acusativo ‘lo’ en plural cuando ─como en esta oración gramatical─ se dirige esa palabra a otras personas, simultáneamente. Pero es incorrecto hacerlo. En el caso del ejemplo no se alude así, como creen muchos, al secreto sino a ustedes, que están implícitos de forma tácita en la frase. Por consiguiente, el número singular es el indicado en tales ocasiones: «Mi secreto se lo voy a contar». ¿A quiénes se contará el secreto? ¡A ustedes! Funciona si es a una o a muchas personas a quienes se dirige la expresión.

5.- «¡Se llevaron la luz! ¡Se llevaron el agua!». Expresiones socorridas entre los colombianos para indicar que esos dos servicios públicos domiciliarios han sido suspendidos en algún lugar. El verbo llevar no tiene función precisa en esos casos porque ni el agua ni la luz son llevadas a ninguna parte; sencillamente, se interrumpe el ciclo de su suministro a las residencias, empresas u oficinas. «Cortaron la luz»; «Cortaron el agua»; «Suspendieron la luz»; «Suspendieron el agua», son expresiones apropiadas para cada caso.

6.- «La idea es que a las personas no les llegue recibo a la casa sino que paguen y consuman de acuerdo a su verdadera capacidad». Esa es una buena idea. No deben enviarles a los usuarios recibos, ¡sino facturas! Así se llaman las cuentas de cobro que pasan las empresas prestadoras de los servicios públicos. La puntuación también falló en esta oración, pues detrás del sustantivo casa se precisa de una coma. La nota en el diario Vanguardia se refería al sistema de consumo prepago, puesto en práctica por la Empresa Electrificadora de Santander en algunos barrios marginales de Bucaramanga. Corrección: «La idea es que a las personas no les llegue la factura a la casa, sino que paguen y consuman de acuerdo a su verdadera capacidad».

7.- «Deslizamientos de tierra afectó siete barrios». Quienes en los canales de televisión manejan el generador de caracteres para orientar a los televidentes sobre las imágenes que se les muestran, generalmente hacen evidente su carencia de conocimientos lingüísticos. Sería bueno que se deslizaran en los laberintos del lenguaje para que aprendieran a usarlo bien. Esta expresión fue utilizada en el canal Noticias Caracol. Ahí se pecó por falta de concordancia de número gramatical, pues debió escribirse en la pantalla: «Deslizamientos de tierra afectaron siete barrios». De tal forma concuerdan los términos ‘deslizamientos’ y ‘afectaron’, ambos de número plural.

¡Hablar y escribir bien es el reto de hoy!

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