Luego, menos de un mes después, entre el CREE y el ICA me quitaron poco más del 25% de las ganancias en un buen negocio que hice (bueno hasta que apareció la DIAN) y de indignado pasé a ofendido. Me duele no haber aparecido en esa lista, porque habla muy mal de mí en materia económica.

Por hábiles y exitosos, los colegas que más admiro son Juanita León y Darío Arizmendi. Salir en una lista llena de políticos, famosos y millonarios teniendo sueldo de periodista es todo un logro. Aunque admiro más a Juanita León, que muy escuetamente dijo que aparecía allí por una empresa de insumos alimenticios y que por eso se abstenía de hablar del tema. Dio un argumento sin hacer drama, las cosas como son.

Darío Arizmendi, en cambio, guardó silencio, no se declaró impedido y luego salió con una declaración de minuto y medio, que más parecía una excusa, donde afirmaba que se trataba de una empresa que había conformado con sus familiares para “El ejercicio legítimo que se tiene al viajar, además de hacer el pago de tarjetas de crédito y operaciones de menor cuantía”. Además, invitó a la Dian a que lo contactara y lo investigara. Ese señor está loco, ¿quién quiere entablar relación con esa entidad? Yo sí invito a la Dian y a su director, Santiago Rojas, a que no me busquen para nada. No les pienso contestar el teléfono.

La pregunta es, ¿por qué sacó dinero del país? ¿Si son gastos de menor cuantía, por qué se tomó el trabajo de internacionalizarse, que le costaba abrir una cuenta en Bancolombia? Yo he viajado al exterior y todo lo he hecho con cuentas bancarias locales. Además, si todo lo hizo tan de frente, ¿por qué figura en los papeles de Panamá como Arismendy y no Arizmendi? ¿A quién pretendía despistar con ese cambio?

Crear una empresa offshore no es delito, si uno está asesorado por una forma de abogados como Mossack Fonseca, pero uno no saca dinero de su país si no le sobra y si no quiere ahorrarse unos pesos que al resto de gente sí le están cobrando. No es ilegal, pero en el fondo queda esa sensación de que se está haciendo algo malo. Chistoso (a falta de una palabra mejor porque estoy de afán) es que las empresas de Juanita León y Darío Arizmendi se llamen Snowville Overseas y Clear Creek Limited, respectivamente. Nombres bonitos que quizá esconden cosas turbias.

Y no solo está el tema de que si la gente que sale en los papeles de Panamá está evadiendo impuesto o si lo que hace es ilegal, o no. Sea lo que sea, no tiene nada de honroso salir en una lista junto a familiares y asociados del expresidente de Egipto Hosni Mubarak, el fallecido Muamar Gaddafi, el presidente de Siria, Bashar al Asad, varios miembros de la FIFA y, sobretodo, Daddy Yankee.

Por eso, desde ya advierto que me voy a apuntar al próximo paraíso fiscal, básicamente por tres razones:

  1. Me duele darle mi plata al gobierno para que se la ferie. El dinero que uno le da no se ve por ningún lado.
  2. Hace poco me encontré a Roy Barreras con un chaleco blanco de Northface en la Bagatelle. Me niego a que un señor de esos se vista con ropa tan corroncha y cara y almuerce en restaurantes costosos con mis impuestos.
  3. Me siento poca cosa desde que vi que en los papeles de Panamá aparecía una empresa que se llama Juepaje S.A.

Eso sí, para que no me descubran haré la de Arizmendi y crearé una empresa a nombre de Rodolfo Espada.

Aclaración:

Juanita León, quien sale mencionada en esta columna, mostró públicamente en su blog del portal La silla vacía la declaración de renta donde sus acciones en la empresa familiar que figura en los papeles de Panamá, están declaradas. Juanita, además de periodista, es empresaria del sector de alimentos.

Nota: Las opiniones expresadas solo comprometen a su autor y no pueden considerarse una posición oficial de Pulzo.com.

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