Ya habían pasado 45 minutos y la ruta G11 nada que pasaba. Entonces, los usuarios, ya desesperados porque se les había hecho tarde para llegar al trabajo, decidieron actuar al ver un bus desocupado que pasaba por el lugar.

Unos pocos tomaron la iniciativa, se pararon frente al vehículo e invitaron a los otros a unirse. Unos minutos después todos ya estaban reclamando por que el bus se volviera un G11.

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“¡No tengas miedo!”, le gritó una mujer a una persona que estaba con ella.

Finalmente, el bus tuvo que abrir las puertas y recogerlos. Los ciudadanos debieron subirse por la puerta delantera.

Estos son los videos:

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