El adolescente aprovechó el cambio de clase a las 8:00 de la mañana para salir corriendo al baño y apretar el gatillo, informó La Opinión. Un compañero le relató a ese diario que  “él estaba insistiendo que le dolía el estómago y que lo dejaran salir. Apenas sonó el timbre corrió”.

El menor se encontró con otro estudiante en los pasillos al que le pidió guardar silencio, ingreso al baño y se disparó, agregó Caracol Radio.

José Hernández, rector del colegio, le dijo a la emisora que “la ambulancia tardó mucho, se tuvo que enviar en un carro pirata, luego este se quedó sin gasolina, y por fortuna alcanzaron a llevarlo al hospital Erazmo Meoz donde ingresó a cirugía”.

El artículo continúa abajo

El menor tendría problemas familiares, pero no tenía inconvenientes disciplinarios ni académicos en el colegio, señaló Oriente Noticias.

Las autoridades investigan dónde consiguió el arma de fuego calibre 38, por qué los padres del menor no se dieron cuenta y cómo la ingresó al colegio.

Los padres de familia manifestaron están consternados por la situación y reclamaron control en las escuelas para evitar que un niño ingrese armado.

Denise Álvarez, madre de una estudiante, le dijo al noticiero regional que “es algo muy delicado. Me da pánico pensar que le pudo pasar algo a mi hija ahí. Así como pasó en Estados Unidos que hubo una masacre horrible”.

Hernández también hizo un llamado a los padres para que tengan un diálogo permanente, claro y constante con sus hijos, y que mantengan contacto con la institución para dar a conocer el comportamiento de los jóvenes y se puedan tomar correctivos a tiempo.