El tradicional barrio Olaya Herrera de Cartagena se convirtió en el epicentro de una conmovedora historia. El sueño de un niño de regalarle una escuela a su barrio se convirtió en realidad. El protagonista de la historia fue considerado en su época como el profesor más joven del país. Hoy ya tiene 33 años y sigue dando un gran ejemplo.
Cuando apenas despuntaba la adolescencia, por fuerza de la necesidad, Gustavo Cáceres Guzmán ya estaba convertido en educador. Como no había colegios en su barrio, habilitó las alcobas de su casa materna como aulas de clase.
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“Conozco a Gustavo desde que era un niño, fui docente de él cuando estaba en el bachillerato y sé que él le ha dado a su barrio lo que Dios le ha dado de gracia”, dijo Eneida Palacio, rectora de la institución educativa La Promesa de Dios.
Desde entonces, el joven profesor se puso como meta construir una escuela digna y donársela a su comunidad. Hoy es un exitoso profesional y su propósito está cumplido.
“Es un regalo para nuestra comunidad, una comunidad que está sufrida por la violencia, por el maltrato, los niños y niñas sufren abandono, desnutrición. Entonces esto es una luz en medio de tinieblas”, aseguró el profesor Cáceres.
Para lograr la meta, echó mano de sus propios recursos y otros influyentes residentes del vecindario.
“A través de donaciones, como los tableros, los aires acondicionados, los televisores para cada salón, las sillas, la arena, el cemento, cada persona (en la) que Dios ha puesto ese sentir en su corazón se ha involucrado”, anotó el docente.
En su primera fase, la escuela alberga 155 niños que estudian bajo estándares de alta calidad y bajos costos.
“El colegio va a tener una jornada completa, que es hasta la tres de la tarde. Es magnífico, ellos tienen un desayuno, que es complementario a lo que llevan de su casa”, señaló Herlin Ortega, padre de familia.
Una segunda fase de la institución educativa La Promesa de Dios es más ambiciosa y ya está en ejecución.
“Que nuestros niños tengan espacios culturales, un laboratorio de ciencia y tecnología, que nuestros adultos mayores del sector puedan tener un espacio disponible para ellos, que puedan tener espacios lúdicos”, apuntó el profesor Gustavo Cáceres.
En el humilde barrio Olaya Herrera, donde está ubicado el centro educativo, otro gestor cultural puso en marcha la Bibliocanoa, otra ejemplar iniciativa que tiene como fin promover la lectura y la promoción de las artes.
Dos iniciativas que surgieron desde la comunidad y con las que sueñan ayudar a mejorar la educación en su barrio.
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