Ese día (domingo 19 de febrero), el patrullero de la Policía Albeiro Garibello Alvarado le dijo a su novia que todo estaba tranquilo en el sector de La Macarena, sitio donde prestaba seguridad y donde ocurrió el atentado, y le indicó que lo llamara en un rato. Sin embargo, después de que colgaron el teléfono nunca más volvieron a hablar.
Así lo relató Paula Muñoz en entrevista con Noticias Caracol:
Hablamos horas antes del atentado, me dijo que todo estaba tranquilo y que lo llamara en 2 horas y ya no volvimos a hablar”.
La joven, que refleja en su rostro desconsuelo y tristeza, recordó los planes que tenían juntos:
Todos los recuerdos son los mejores porque cada cosa que hicimos fue especial. En los planes primero estaban las metas de él y luego los planes de nosotros”.
Añadió al informativo que “Albeiro era todo, un joven excepcional, él fue la mejor persona que yo conocí. Sus sueños siempre fueron salir adelante, es un ejemplo de vida para el todo el mundo y los que lo conocen saben de qué estoy hablando”.
Paula Muñoz concluyó la entrevista pidiendo justicia y verdad en la muerte de su novio:
La guerra no se soluciona con más guerra. Todos merecemos verdad y justicia porque uno no va a reparar una vida y menos como la de él”.
El uniformado murió en la madrugada de este miércoles, luego de permanecer tres días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en el Hospital de la Policía. En un principio, los médicos determinaron que el joven había perdido la funcionalidad de sus ojos, luego detectaron complicaciones en su salud y se dictaminó muerte cerebral.
Su vida y sus sueños
El patrullero Albeiro Garibello tenía 23 años y llevaba 4 años al servicio de la Policía. Egresó como patrullero en marzo de 2014, y actualmente trabajaba en el Escuadrón Móvil Antidisturbios No. 2. Era oriundo del municipio de Pasca (Cundinamarca).
“En su hoja de vida reposan 35 felicitaciones, por su desempeño ejemplar en la Institución y su incansable servicio a la comunidad”, confirmó la Policía.
Hace 20 días había pasado los documentos a la institución para solicitar su ascenso como subintendente y estaba a la espera de una respuesta.
El cuerpo del uniformado será trasladado al centro religioso de la Policía, donde se le harán los honores como héroe de la Patria. Allí, sus compañeros le rendirán un homenaje y junto a la familia lo despedirán.
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