Ocurrió en plena misa de domingo cuando el cura Rafael Ospino decidió cambiar la sotana por el ‘monocuco’, y entró disfrazado y bailando a la iglesia al ritmo de la música propia del Carnaval de Barranquilla.

Así quedó registrado en un video difundido por El Heraldo, en el que se observa a Ospino poniéndose el traje y acompañado de la reina de la tercera edad que intenta seguirle el paso. Además, hay otro hombre que anima al religioso en sus ‘locuras’.

Según dijo Ospino, a ese medio, la intención de ponerse el ‘monocuco’ y carnavalearse la misa fue para “invitar a todo el pueblo a gozar de ello en paz y alegría. La fe es alegría y gozo, cuando se hacen las cosas con responsabilidad, Dios las aprueba”.

Pero esta forma de enviar el mensaje de tolerancia no fue bien recibida por todos, ya que mientras una mayoría de feligreses lo acompañaron con cantos y aplausos, otros aprovecharon la situación “para difamar y hacer un escándalo, pero es normal que haya todo tipo de reacciones”, agrega Ospino.

Entre esas reacciones está la de la Iglesia Católica en Atlántico, que según el portal Al Día se pronunció al respecto para explicar que el baile del padre Ospino “es coherente con el llamado arquidiocesano, pues su única intención era promover, desde la sana diversión, el acercamiento a la mayor expresión cultural de la capital atlanticense”.

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