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Ocho días han transcurrido desde el aberrante caso ocurrido en el municipio de Chimichagua, Cesar, cuando Cristián Sánchez Martínez utilizando un arma blanca asesinó a su excompañera sentimental, Cristina Isabel Pava Carreño, de 36 años, al interior de una vivienda en la calle 16 con carrera 12 del barrio El Carmen de aquel municipio.
A pesar del tiempo transcurrido, la tristeza y la indignación por lo que en aquella fatídica noche ocurrió en ‘La Tierra de la Piragua’ embarga a sus habitantes, los cuales todavía se preguntan cuáles fueron los motivos que llevaron a Sánchez Martínez a tomar aquella decisión.
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EL PILÓN dialogó con familiares de la víctima fatal de aquel hecho, para conocer detalles de lo ocurrido y lo que representó en la población chimichaguera.
“Mi tía era una mujer muy servicial, muy querida en su pueblo… Era una persona muy dedicada a su mamá, porque era la única persona que todavía vivía con ella”, expresó Karlos Trespalacios, sobrino de la mujer.
Pava Carreño, de 36 años, era madre de dos jóvenes, uno de 18 años y otro de 14, y según sus familiares, era una mujer hogareña, alegre y trabajadora, incluso, tenía un emprendimiento de manicure, pedicure, diseño y arreglo de uñas, con el que subsistía para ella, su madre y su hogar.
“Mi tía era bastante querida por el pueblo, era una persona que no era de problemas ni nada de esas cosas incluso estaba asistiendo a una a una iglesia hace poco y estaba bastante contenta… muy amigable, era tan buena persona que ni en sus momentos de rabia y esas cosas demostraba una mala cara, sino que todo era una sonrisa y era muy servicial con su gente y si tú le pedías un favor, ella te colaboraba y la buscaban bastante en ese en ese sentido era bastante servicial”, agregó su familiar.
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De acuerdo con los testigos del hecho, Cristina Pava Carreño se encontraba a las afueras de su vivienda, cuando llegó el agresor presentándole un documento que ella tenía que firmar. La mujer creyó en su palabra puesto que, en días anteriores, había interpuesto una orden de alejamiento debido a continuos maltratos que recibía del hombre durante el tiempo que convivieron.
Sin embargo, todo habría sido un engaño, ya que mientras la mujer leía el papel, Cristián Sánchez Martínez sacó el arma blanca y comenzó a atacar a todas las personas que se encontraban presentes, sin embargo, la hermana de Cristina Isabel y otra mujer, corrieron en busca de auxilio, que fue el tiempo en que el feminicida le propinó más de doce puñaladas en diferentes partes del cuerpo.
Luego de dejar desangrada a la mujer en el piso, el hombre tomó la decisión de autolesionarse, con el misma arma con que había herido a la mujer, lo que lo dejó gravemente herido ese día y, finalmente, terminó con su vida el sábado 9 de diciembre.
La mujer fue trasladada hasta el Hospital Inmaculada Concepción de Chimichagua donde ingresó sin signos vitales.
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Ante la lamentable situación, la población se vistió de blanco y morado y con globos manifestaron en contra de este crimen.
Además, acompañaron a Cristina Isabel Pava Carreño hasta su última morada para despedirse y pedir que no sucedan más casos como este.
El cuerpo de la mujer fue sepultado en el Cementerio Central de Chimichagua.
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