Con un profundo dolor y consternación se encuentran los familiares de Ángel Mahecha, un niño de tan solo siete años que falleció el pasado domingo 8 de octubre cuando una rama de un árbol le cayó encima en el cementerio Jardines del Apogeo, en el sur de Bogotá.
(Vea también: Tomaron decisión sobre cementerios distritales en Bogotá; contratista se echó para atrás)
Lo que se sabe es que el niño junto a sus seres queridos acudió al camposanto a visitar la tumba de su bisabuela, quien había fallecido el pasado 4 de octubre. Cuando estaban orando en el lugar, una rama de un árbol se desprendió y le cayó encima al pequeño, lo que produjo su muerte, según informó El Tiempo.
Su tía había indicado que los trabajadores del cementerio no le prestaron los primeros auxilios correspondientes y la ambulancia nunca llegó, lo que pudo haberle salvado la vida a su sobrino. Ahora, su madre Sandrid Rivera se refirió al caso en el portal Q’hubo y entregó detalles de lo que pasó esa tarde cuando se encontraban en la tumba del ser querido fallecido.
El menor estaba junto a sus abuelos, la tía Vanesa Mahecha y otros familiares visitando la tumba de la bisabuela. De hecho, ya estaban próximos a salir del cementerio, según relató Rivera.
“Mi hijo iba en la mitad de ellos cuando le cayó la rama. Sintieron un golpe, pero creyeron que los niños se habían caído. La abuela, quien iba al lado de él, bajó la mirada porque la rama le tocó el pie, y luego fue que la tía empezó a gritar: ¡El niño, el niño!”, dijo la mamá.
En ese punto, según Rivera, el niño perdió el equilibrio de su cuerpo y se pegó contra la lápida. Producto de ese fuerte impacto, el pequeño Ángel Mahecha falleció.
“Notaron que se pegó contra la lápida, se desnucó, y la rama le quedó incrustada en su cabecita”, contó su madre en el rotativo.
LO ÚLTIMO
.svg)
