El animal terminó introduciéndose en nada más y nada menos que en el orificio del lóbulo de su oreja.

A pesar de los intentos de sacar al travieso animal, nadie en su hogar pudo ayudarla, reportó Infobae.

La joven tuvo que acudir de urgencia a un hospital al observar que ‘Bart’, como nombró a su extraño amigo, no quería abandonar el orificio, el cual fue agrandado por un expansor.

Ashley Glawe (vía Facebook).

“Por lejos, fue uno de los momentos más locos de mi vida”, aseguró tras compartir algunas fotos en Facebook de su desagradable experiencia.

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