Ante dichos señalamientos, el Kremlin fue rápido en calificarlos de “propaganda”: “No crean las informaciones de la prensa, es muy difícil en este momento diferenciarlas de la propaganda y de las falsas noticias”, declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, durante una conferencia de prensa.

Peskov, que ha precisado que las fuentes citadas por el rotativo estadounidense eran anónimas, consideró que “quizás ha llegado el momento de que alguien hable de todo esto de frente”.

Citando a “cuatro altos responsables estadounidenses”, en funciones o no según el caso, la edición electrónica de The New York Times afirmó el martes que unas conversaciones telefónicas grabadas y unos registros de conversaciones telefónicas demostraban contactos repetidos entre el equipo de campaña de Donald Trump y los servicios de inteligencia rusos.

El jefe del Consejo de Seguridad Nacional, Michael Flynn, tuvo que presentar el lunes su dimisión a Donald Trump, puesto en cuestión por el contenido de sus conversaciones telefónicas con el embajador ruso en Washington, Serguei Kisliak.

Durante su campaña electoral, Trump fue acusado varias veces por sus adversarios de connivencia con el Kremlin. En varias ocasiones, el presidente estadounidense anunció un acercamiento con Moscú.

Por su parte, Donald Trump rechazó el miércoles como un “sinsentido” cualquier conexión con Rusia, luego de la renuncia de su consejero de seguridad nacional tras revelarse que mintió sobre sus conversaciones con Moscú y se renovaran interrogantes sobre la interferencia rusa en la política de Estados Unidos.

“Este asunto de la conexión con Rusia es un sinsentido, es solo un intento de ocultar los numerosos errores cometidos por la campaña perdedora de Hillary Clinton”, dijo Trump en Twitter.

Las agencias de inteligencia de Estados Unidos concluyeron que Rusia intervino en el proceso electoral, al menos en parte, con el fin de colaborar en una victoria del magnate republicano en los comicios del 8 de noviembre.

Con información de AFP

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