Recién se conoció el veredicto de las Naciones Unidas, el presidente electo estadounidense dejó clara su postura: en el poder hará que Estados Unidos siga siendo el aliado número uno de Israel en todo el mundo, como había pasado hasta ahora.

En su cuenta de Twitter, Trump escribió que:

Las Naciones Unidas tienen un gran potencial, pero en este momento solo es un club para que la gente se reúna, hable y la pase bien. ¡Muy triste!

Pero allí no se quedó el apoyo. Trump acaba de nombrar como embajador en Israel a David Friedman, un economista defensor de los asentamientos judíos en Palestina y uno de los partidarios más fieles del ala más derechista de la política en ese país, reseña El País. Friedman fue definido por Richard Cohen, en una columna en The Washington Post, como “un peligro para la vida estadounidense” y “una mente mala” luego de que llamara al presidente Obama “antisemita”.

Por otro lado, desde el Estado judío responden al apoyo de Trump. De hecho, informa The Guardian, el gobierno de Benjamin Netanyahu ha amenazado con mostrarle al magnate pruebas de que desde la administración de Barack Obama se orquestó la histórica decisión de Estados Unidos de abstenerse en la votación que le dio vía libre a la ONU, pese a que el país del norte siempre había mostrado irrestricto respaldo a Israel en su conflicto con Palestina.

Israel es un país con orgullo nacional y no vamos a poner la otra mejilla. Esta es una reacción sabia, agresiva y responsable, una respuesta natural que deja claro a las naciones del mundo que lo que pasó en la ONU es inaceptable para nosotros. Esta respuesta tiene una gran importancia, aun si en los próximos meses viene otro intento por agredirnos”, dijo Netanyahu tras la resolución de la ONU, citado por Haaretz.

Por su parte, desde Palestina celebraron la decisión de las Naciones Unidas. Mahmoud Abbas, presidente de Palestina, afirmó, citado por el mismo medio, que “hemos esperado y ahora el mundo ha hablado. Los asentamientos de Israel son ilegítimos”. Y agregó que la decisión del consejo de seguridad,

“No resuelve el problema de Palestina, pero sí lo define”.

Sin embargo, la postura de Israel de no aceptar la resolución de la ONU tendrá un aliado de notable importancia a partir del próximo mes de enero en la Casa Blanca. De manera que es posible que, como ha vaticinado el propio Netanyahu, la decisión de la ONU finalmente caiga y las relaciones de Estados Unidos con Israel vuelvan a las condiciones en las que habían estado hasta ahora.

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