En una extensa entrevista a El País, de España, concedida el mismo día en que el magnate se posesionaba como presidente de Estados Unidos (viernes), y publicada este sábado, Francisco cree que, de no esperar, se puede caer “en ser profetas o de calamidades o de bienestares que no se van a dar, ni una ni otra”.

“Se verá”, respondió con énfasis. “Veremos lo que hace y ahí se evalúa. Siempre lo concreto”.

“A mí me decía el otro día un pensador que este mundo está tan desordenado que le falta un punto fijo”, agregó el papa. “Y es precisamente lo concreto lo que te da los puntos fijos. Qué hiciste, qué decidiste, cómo te movés. Por eso, yo frente a eso espero y veo”.

Y frente a la pregunta sobre si no le preocupa lo que ha escuchado hasta ahora, el papa respondió. “Espero. Dios me esperó a mí tanto tiempo, con todos mis pecados…”.

Preguntado por el populismo de Trump, que, según el entrevistador, es de esos que “aprovechan el miedo de la ciudadanía a un futuro incierto para construir un mensaje de xenofobia, de odio hacia el extranjero”, el papa optó primero por aclarar que América Latina el populismo tiene otro significado que en Europa, y respondió que, para él, el ejemplo más típico de los populismos en el sentido europeo de la palabra es el 33 alemán.

En ese sentido, sin hacer ninguna alusión a Trump, el papa precisó: “Después de [Paul von] Hindenburg, la crisis del 30, Alemania destrozada, busca levantarse, busca su identidad, busca un líder, alguien que le devuelva la identidad y hay un muchachito que se llama Adolf Hitler y dice ‘yo puedo, yo puedo’. Y toda Alemania vota a Hitler. Hitler no robó el poder, fue votado por su pueblo, y después destruyó a su pueblo. Ese es el peligro”.

“En momentos de crisis, no funciona el discernimiento y para mí es una referencia continua. Busquemos un salvador que nos devuelva la identidad y defendámonos con muros, con alambres, con lo que sea, de los otros pueblos que nos puedan quitar la identidad. Y eso es muy grave”, agregó Francisco.

Insistió en su ejemplo de Alemania, pero sus observaciones al respecto parecieran dar una respuesta directa al entrevistador de El País, que le preguntó por Trump: “El caso de Alemania en el 33 es típico, un pueblo que estaba en esa crisis, que buscó su identidad y apareció este líder carismático que prometió darles una identidad, y les dio una identidad distorsionada y ya sabemos lo que pasó”.

LO ÚLTIMO