Graham se convirtió en una celebridad a finales de la década de los 40, por sus apasionados sermones. Desde entonces hasta el año 2000 multiplicó sus predicas por varios puntos del planeta, entre ellos la Unión Soviética y China. Ha llegado incluso a Corea del Norte en 1992 y 1994.

Graham, una de las figuras más carismáticas del protestantismo, fue invitado a la Casa Blanca por cada presidente desde el mandato de Harry Truman (presidente de 1945 a 1953).

Entre las personalidades que se reunieron con él se encuentra la reina Isabel (de hecho, fue representado en la serie de Netflix ‘The Crown’, sobre la vida de la soberana británica), Juan Pablo II y la Madre Teresa de Calcuta.

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George W. Bush llegó a confesar que dejó de beber y “encontró el camino de Dios” gracias a Graham.

Debido a su carisma logró atraer a las masas, que lo seguían a través de sus programas de radio y televisión.

Con AFP