Las cámaras de seguridad del banco muestran el momento en el que el hombre llegó y le pasó a uno de los cajeros una nota que decía “Tengo un arma, dame dinero”. Por eso, le dieron U$ 2.924, pero en vez de huir de la escena, se sentó en el pasillo del banco a esperar el arresto, informa Daily Mail.

Allí sentado le dijo a uno de los guardas que él era el hombre al “que estaba buscando”. Para el asalto, Ripple había elegido un banco que estuviera en la misma cuadra de una comisaría de policía, precisa BBC.

Un agente del FBI dice que Ripple tuvo una discusión con su esposa en la mañana, y que le dijo que prefería estar encerrado en una cárcel que quedarse en la casa, precisa CBS News.

La estrategia le funcionó, ya que por el robo, que ocurrió en septiembre de 2016, Ripple fue declarado culpable el pasado lunes y podría pasar más de 20 años tras las rejas donde, por supuesto, estará por fin lejos de su esposa.

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