“La guerra de 52 años de Colombia se termina. Ahora viene la parte difícil”, este fotorreportaje del New York Times muestra con varias fotografías el encuentro de los guerrilleros de las Farc antes de que se firmara la paz, que incluye la curiosa imagen de una ‘cocina móvil’ en la que se puede ver variedad de verduras, acomodadas como si se tratara de una pequeña plaza.

“¿Sabe lo que es pasar 20 años en la guerra?”, es una crónica de el Washington Post sobre una guerrillera llamada Yurluey, que se unió a la insurgencia a los 14 años. “Nunca ha usado Internet, nunca ha visto el océano, nunca ha ido al cine ni ha montado en bicicleta”, escribe el autor, Nick Miroff, sorprendido de hablar con la mujer, que parece “alguien salida de una máquina del tiempo”.

“¿Sí o no? Después de una guerra de 52 años la paz de Colombia con las Farc enfrenta el voto popular”, se titula un artículo del diario británico The Guardian en el que se explica el plebiscito a grandes rasgos y se habla de la polarización que existe al respecto, especialmente entre algunas víctimas, como el caso de: Sigifredo Lopez, quien promueve el Sí, y de Nohora Tovar, que prefiere el No.

“Soldados de las Farc se preocupan por la vida después de la paz en Colombia”. CNN reune varios testimonios de guerrilleros que temen por su futuro al dejar las armas: ser asesinados por sus enemigos, no recibir las garantías que el gobierno promete y el desconocimiento del paradero de sus familiares. “Lo que soñamos es un país donde todos tienen educación, salud, todo. Donde todos tienen una casa donde vivir y la miseria y el hambre terminen”, dice Mireya, una joven guerrillera.

“Miles de colombianos salieron durante la guerra civil en su país. Esto es lo que opinan del acuerdo de paz”, bajo este título el Huffington Post reune otros testimonios: los de algunas víctimas que emigraron a causa de la violencia. Luz Alba, una mujer radicada en España, explica que tomó la decisión de salir del país luego de que mataran a uno de sus hermanos y la respuesta de su hijo le dio miedo. “No llores por eso, mami. Es normal. Las FARC matan gente todos los días”.

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