Luego de encontrarlo en ese estado, fue trasladado a un hospital cercano, donde su condición no mejoró. Las autoridades locales dijeron que si bien no había una carta suicida en la vivienda desde la que se produjo la caída, es poco probable que se trate de un asesinato, informa BBC.

Sin embargo, Vyacheslav Bashkov, amigo cercano de Borodin, dijo que el 11 de abril, un día antes de la mortal caída, el periodista le había dicho que había oficiales de seguridad rodeando su apartamento. Los agentes tenían uniforme camuflado y armas, según dijo.

Poco después, Borodin volvió a llamar a su amigo para decirle que se había equivocado y que los agentes de seguridad que estaban en el lugar estaban participando de un ejercicio.

Cuando el periodista fue encontrado gravemente herido, las autoridades locales dijeron que la puerta del apartamento desde el que Borodin cayó había sido bloqueada desde dentro del inmueble, lo que indicaría que nadie entró ni salió del apartamento después de la caída.

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Polina Rumyantseva, editora de Novy Den, medio para el que trabajaba Borodin, dijo que no se debe descartar la hipótesis de un posible crimen, y agregó que su colega no tenía motivo alguno para querer acabar con su vida, agrega Independent.

La última investigación que había hecho el comunicador era sobre el Grupo Wagner, conformado por “mercenarios rusos” que murieron el pasado 7 de febrero en la provincia de Deir er-Zor, en Siria, en un enfrentamiento con las fuerzas estadounidenses.

Antes también había publicado investigaciones sobre los derechos religiosos en Rusia y sobre las protestas que produjo la película ‘Matilda’, acusada de blasfemia por sugerir un romance entre el zar Nicolás II y una bailarina.

Vale la pena recordar que, según Freedom House, Rusia está en el grupo de los países en los que hay más dificultades para la libertad de prensa y recibió 83 puntos en la escala de 0 a 100, en la que 0 indica mayor libertad de prensa, y 100, menor libertad.