En 1996, Melania (entonces de apellido Knauss) fue contratada como modelo en Estados Unidos mientras estaba en el país en condición de turista o visitante, por lo que, de acuerdo con algunos documentos obtenidos por AP, violó las condiciones de entrada, informa Independent.

La actual primera dama habría ganado más de 20 mil dólares en siete semanas, antes de conseguir el permiso legal con el que sí podía ejercer su profesión en terreno norteamericano.

Las leyes migratorias del presidente Trump, que entraron en vigencia el mes pasado, les pide a los oficiales de inmigración darles prioridad a los casos de extranjeros que estén relacionados con fraudes o declaraciones falsas en asuntos oficiales, precisa el medio británico. En ese sentido, Melania habría estado dentro de ese grupo.

Dos expertos en el tema de inmigración consideran que, en efecto, la primera dama habría sido deportada si su esposo hubiera sido presidente y hubiera incentivado las actuales leyes migratorias en los años 90, informa Slate. Uno de ellos es Hasan Shafiqullah, fiscal de inmigración, que dijo:

Si la actual orden ejecutiva hubiera estado en pie, al igual que los memorandos relacionados con seguridad interna, ciertamente hubiera tenido prioridad de deportación”.

Por su parte, Charyl David, especialista en inmigración de Nueva York, también opinó al respecto, y dijo que indudablemente la hubieran expulsado del país si el caso hubiera llegado a inmigración.

La indiscreción en la que incurrió Melania en aquella época, no fue reportada cuando empezó a hacer los trámites pata adquirir la ‘green card’ (tarjeta de residencia) en 2001. Por eso, tampoco tuvo muchos problemas para hacerse ciudadana estadounidense de manera oficial, en 2006.

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