Shane Bouvet aportó su grano de arena a la elección de Trump y gracias a su trabajo obtuvo una invitación a la celebración inaugural del magnate, pero su falta de recursos le generó un inconveniente, cuenta ‘The Washington Post’:

¿Cómo iba a permitirse un traje y calzado adecuado?”

Finalmente, consiguió la ‘pinta’ por medio de donaciones y logró acudir a la gran fiesta.

Trump leyó la historia del joven de 24 años y lo invitó a la zona VIP del concierto que inauguró su mandato.

Allí, cuenta Inside Edition, Trump llamó al padre de Bouvet, en Illinois, le dijo que tenía un gran hijo, y los sorprendió anunciando que donaría 10.000 dólares para ayudarlos.

El detalle de Trump, de evidente gratitud, contrasta con su primera medida a su llegada a la Casa Blanca: la orden de eliminar el programa de salud de su predecesor, el ‘Obamacare’.

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