Cuando recibió la pizza, Abel García la roció con el gas pimienta, cerró la caja que la contenía y después la abrió frente al empleado.

De inmediato, el repartidor, al parecer, experimentó escozor en su rostro, mientras que el youtuber se guareció en su apartamento.

Segundos más tarde, la víctima timbró en el domicilio para reclamar el dinero del pedido, y él le indicó que estaba en el piso, por lo que se tuvo que agachar para recogerlo.

¡No me la traigas más con pepinillos, mira que lo tengo dicho!”, le señaló el youtuber detrás de la puerta. En el momento en que se alejó, se rio sin vergüenza alguna.

El incidente, que consiguió más de 39 mil reproducciones, molestó a varias personas, quienes manifestaron su inconformismo en redes sociales.

Esta, sin duda, es la plaga de m… que se llama ‘youtuber’. En serio, muéranse ya”, puntualizó una.

Subnormal profundo. Con esa madurez te irá muy bien en la vida”, sostuvo otra.

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