El primero ocurrió en el templo de San Jorge, a 120 kilómetros de El Cairo, la capital del país, en el marco de las celebraciones del Domingo de Ramos. En el templo, 27 personas murieron y otras 77 resultaron heridas. En declaraciones a la televisión privada On Tv, el primer ministro egipcio, Sherif Ismael, condenó lo ocurrido y mostró la determinación del Gobierno de acabar con el terrorismo en el país.

“Se trata de un acto terrorista impío, pero erradicaremos el terrorismo de Egipto y tenemos la determinación para acabar con los grupos terroristas”, afirmó.

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Según indicaron a Efe fuentes de seguridad y de Protección Civil, la Policía ha acordonado la zona, mientras un equipo de artificieros ha llegado al lugar para buscar otros posibles artefactos.

La televisión egipcia transmitía en vivo la ceremonia litúrgica cuando ocurrió la explosión.

El segundo ataque suicida fue contra la catedral cristiana copta de San Marcos de Alejandría, en el norte de Egipto, según el Ministerio de Sanidad egipcio. Allí, 16 personas perdieron la vida, y otras 41 resultaron heridas.

Según un comunicado citado por la televisión estatal entre las víctimas mortales se encuentra un oficial que intentó detener al suicida.

El grupo yihadista Estado Islámico asumió la responsabilidad por los atentado a través de su sitio de noticias Amaq, aunque su veracidad no ha podido ser comprobada. La agencia informativa afirma que el autor fue “grupo de seguridad perteneciente al Estado Islámico”.

EFE