Mabel indicó en The pillow Sessions que a pesar de todo esa anécdota en Cuba fue “fantástica”. Incluso, la relató en medio de risas e imitando el acento del portero cubano del hotel Nacional —donde se hospedó porque para ella “es bellísimo y siempre había querido estar allá” que pensó que ella era una trabajadora sexual.

“Estaba en el hotel, fui hasta la habitación y cuando me iba a devolver me dice el portero: ‘Ajá, niña, tú acá no puedes entrar’. Y yo: ‘¿Por qué, si acabo de salir, señor?’, así comenzó Mabel su historia, y luego continuó contando que por la confusión hasta la amenazaron con llamar a la policía:

“‘Tú aquí no puedes entrar, tú sabes que aquí tu trabajo no, no, no; no puedes entrar. Tú sabes que tu trabajo lo tienes que hacer afuera. Tú sabes o llamo a la policía’, [me respondió el portero]. Entonces, ¿qué me estaba diciendo? Que era una prostituta [risas]”.

El artículo continúa abajo

De esta historia la presentadora de Noticias Uno habló justo después de detallar otras cosas que vivió en la isla, las que le gustaron y las que poco le llamaron la atención.

“Conocer la timba cubana, en cada uno de los puestecitos que te encuentras; la foto con la mujer del habano; ir a la bodeguita, que para mí no fue nada chévere; meterme por los barrios más pobres, en donde la pobreza o la necesidad, y esto es una realidad, tiene un olor característico —a mí me huele como a frijoles de olla pitadora—, pero llegar hasta allí y sentarse en esos puestecillos a hablar con la gente, conectarse con el ciudadano fue fantástico. […También] Descubrí, por fin, el color de mi piel y me la dijeron en Cuba: yo soy color jabá”, expresó la presentadora.

La experiencia de Mabel en Cuba puede escucharse desde el minuto 4:30 (la anécdota en el 5:18) de este video que la periodista que la entrevistó, Paola Ovalle, subió a YouTube. Sin embargo, en la conversación la presentadora también hizo referencia a los prejuicios que se ha quitado con los viajes, lo que se roba de un hotel y consejos para pasear con poca plata.