A principio del año 2023, El Corral cambió de propietarios despidiéndose de lo que fue el crecimiento que alcanzó con el Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) y pasó a ser parte del conglomerado de los Gilinski.
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Pese a ese cambio, el restaurante de comidas rápidas sigue consolidado en el mercado y goza de gran reconocimiento por parte de los comensales que se deleitan con sus famosas hamburguesas y combos.
Esa reputación que ha construido El Corral hizo que se pusiera firme ante el deseo de Arturo Américo Garza Sahagún, quien buscaba registrar la marca Ranch&Corral ante la Superintendencia de Industria y Comercio, para productos de la clase 25 de la Clasificación Internacional de Niza, es decir, que pretenden comerciar prendas de vestir, calzado, boinas, gorras y pantalones y botas vaqueras.
American Franchising Corp. (El Corral) se opuso fundamentándose en la similitud con su marca y los posibles efectos de confusión en el consumidor.
Según esa compañía, la expresión de la marca solicitante, “Corral”, crea similitud ortográfica y fonética con su marca. Argumentaron, además, que el uso repetido de esa expresión podría prestarse para confusiones sobre el origen empresarial de la marca, lo que afectaría su distinción.
Los representantes del restaurante El Corral enfatizaron que la adición de “Ranch” e “&” no otorgaba la distinción necesaria para el registro, sosteniendo que la similitud ortográfica persistía, lo que podría llevar a la confusión de los clientes en el mercado, comunicó la página Asuntos Legales.
La Superindustria, luego de reconocer a El Corral como una marca notoria por su presencia y posición en el mercado colombiano, concluyó que el registro de Ranch&Corral podría confundir a los consumidores sobre el origen de las marcas, lo que afectaría la distinción de la marca registrada, decidiendo finalmente rechazar el registro de los solicitantes.
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