Después de las reclamaciones por parte de los ‘rappitenderos’ frente a las instalaciones de la compañía, en el norte de Bogotá, en las que alegan malas condiciones laborales, bajos sueldos e inconsistencias con la retribución de sus propinas, la empresa explicó que los domiciliarios obtienen utilidades del valor de la entrega de cada pedido y de las gratificaciones que les dan los usuarios de la aplicación.

La plataforma reiteró que las ganancias por cada viaje dependen de la distancia y otras variables de los pedidos, recursos que también varían por los horarios y número de órdenes que hagan por día.

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Además, señaló que el dinero que se recoge de los pedidos y propinas es devuelto a los ‘rappitenderos’ en pagos e incentivos semanales.

Frente a estas problemáticas, Ricardo Díaz, vocero del sindicato de rappitenderos, dijo a La Fm que llegaron a un acuerdo con la empresa para una atención especial y dialogar sobre los pedidos, pagos y los ajustes correspondientes.

Díaz también aseguró al medio que la aplicación reintegrará a 700 domiciliarios que fueron bloqueados por el sistema.

En los últimos meses, las personas que trabajan con la plataforma han protestado en repetidas oportunidades exigiendo mejoras en las condiciones de su empleo.

Aparte de los sueldos, también le piden a la empresa que, en caso de un accidente que sufra uno de los mensajeros, responda por su atención y gastos médicos, situación por la que actualmente la aplicación no se hace responsable, dijo un líder de la protesta a Blu Radio.

Finalmente, Rappi criticó los disturbios ocasionados por los protestantes (como fogatas, bloqueos de vías y ocupación indebida del espacio público) y les solicitó a sus empleados hacer sus peticiones a través de los canales internos que ofrece, como los chats y casas de atención del ‘rappitendero’.

“Por ello, no se justifican las acciones violentas tomadas por este grupo menor”, dijo la empresa.