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Con dos líneas del negocio asegurador bajo su tutela, el voluntario (seguros de vehículos, hogar, responsabilidad civil) y el obligatorio (seguridad social EPS y ARL), Suramericana contabilizó ingresos por $ 27,3 billones el año anterior, cifra mayor a los $ 23,1 billones reportados en 2022.
Juana Francisca Llano, presidenta de la compañía, destacó que la utilidad totalizó $ 511.704 millones, monto que superó los $ 490.377 millones del 2022. Pero, ¿cómo se obtienen estos números en un contexto de elevada inflación, altas tasas de interés y bajo crecimiento de la economía?
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“Es la consistencia en la estrategia de la compañía de entregar bienestar y competitividad a las personas”, responde la empresaria, quien insiste en que el foco sea prestar unos servicios pertinentes y acertados, a través de un canal de asesores y corredores que está profesionalizado.
Igualmente, aclaró que la ganancia estuvo impactada por las desinversiones ejecutadas en Argentina y El Salvador. “Si se quita ese efecto, la utilidad hubiera sido de $ 631.000 millones”, explicó Llano.
Y, ¿cuál es la consecuencia de las pérdidas que por $ 223.000 millones arrojó el ejercicio de la EPS Sura? “Estaríamos hablando de una utilidad de $ 854.000 millones. Pero, las desinversiones solo se contabilizan una vez, y las de la EPS no”, añadió.
Suramericana hace presencia en 8 países, en los que 23.000 empleados atienden a unos 20 millones de usuarios, a través de una treintena de empresas sobre las que ejerce control.
En los últimos días, el futuro de la EPS Sura que tiene a su cargo a 5,3 millones de usuarios ha suscitado inquietud, dado que ha trascendido su eventual conversión a gestora de salud, en línea con alguna de las propuestas de la reforma a la salud que promueve en el Congreso el gobierno del presidente Gustavo Petro.
“Somos actores relevantes del sistema de salud y sí estamos buscando conversaciones no solo con el Gobierno, sino con todos los involucrados en estos temas”, declaró Llano, quien anotó que la apretada coyuntura financiera del sector es un asunto que ha estado sobre la mesa por años.
Entre las propuestas analizadas por Suramericana está la de aceptar que su EPS sea gestora de salud y de vida, pero bajo unas características propias, que actualmente son objeto de discusión.
“Lo que buscamos con ese rol de gestoras es poder mantener el conocimiento que hemos adquirido las EPS alrededor de la gestión del riesgo en salud, es decir, saber segmentar la población, establecer rutas de atención [para diabéticos, hipertensos, gestantes], hacer compras inteligentes de medicamentos, entre otras cosas”, comentó.
Obviamente, buena parte de la discusión pasa por la desfinanciación del sistema de salud. “¿Le corresponde a un actor privado seguir soportando la financiación de la salud? Desde la perspectiva de Suramericana esto no debe ser así, la financiación del sistema debe estar en cabeza del Estado que es quien tiene la capacidad de asumir las volatilidades”, enfatizó la presidenta.
Con el saldo en rojo de $ 223.000 millones en 2023 y las pérdidas por $ 138.000 en 2022, el patrimonio de la EPS Sura es negativo (unos $ 40.000 millones), pero la decisión de Suramericana, dueño en un 100 % de la entidad de salud, es que no va a capitalizarla.
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“Necesitamos tener condiciones adecuadas para tomar la decisión de invertir nuevamente en la EPS”, enfatizó Llano, quien recordó que por concepto de presupuestos máximos el Gobierno le adeuda unos $ 340.000 millones, causados en los años 2021, 2022 y 2023.
A esto se suman saldos correspondientes a la insuficiencia de la Unidad de Pago por Capitación (UPC), para cuya reclamación se han instaurado por lo menos tres demandas.
Pese al patrimonio negativo que observa la EPS Sura, Llano insistió en que hoy se cuentan con las reservas técnicas adecuadas para cumplir los compromisos con las clínicas, hospitales y todos los prestadores.
Aquí la pregunta obligada que se hacen los usuarios es simple: ¿Hasta cuándo habrá EPS Sura?, a lo que la presidenta de Suramericana responde: “Estamos haciendo lo posible para que tengan esta EPS por muchos años más. Si la EPS Sura tiene que llegar a tomar otra decisión, no los va a dejar en el vacío. Estamos trabajando por mantenernos aquí, y si cambiáramos de naturaleza y nos convirtiéramos en gestora también haremos todo para que nuestros usuarios queden en las mejores manos”.
Y es que aunque el articulado del proyecto de reforma a la salud contiene la figura de las gestoras de salud, esta no corresponde a lo que Suramericana cree que debería ser.
“La postura de la EPS Sura ha sido clara y ampliamente informada: la salud necesita una reforma que resuelva su financiación, la accesibilidad en los territorios, la disponibilidad del talento humano en salud y modelos de promoción y prevención. Una reforma que, además, reconozca los avances y logros que hemos alcanzado: universalidad, cobertura, solidaridad, protección financiera del usuario, representación integral del afiliado y articulación entre lo público y lo privado. Ser un actor relevante del sistema, exige posiciones y acciones frente a la reforma que actualmente se tramita ante el Congreso de la República, por lo que se han generado conversaciones con prestadores, usuarios, líderes de opinión, empresarios, sector social, congresistas y representantes del Gobierno Nacional para exponer las coincidencias, diferencias y propuestas de la EPS Sura”, se lee en un comunicado publicado el pasado miércoles.
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