¿Sabía que el 58 % de los adultos que se duchan antes de acostarse aseguran que esto los ayuda a descansar? ¿Tenía idea de que el 50,4 % de las personas que ven televisión antes de dormir descansan menos de 7 horas? O ¿conocía que los adultos que viven cerca de algún aeropuerto tienen un 23% de mayor probabilidad de dormir insuficientemente?

(Vea también: Cuide su descanso, estas señales le indican si es tiempo de renovar su colchón)

Estos datos, que recientemente publicó la fundación estadounidense Sleep Foundation, evidencian cómo distintos factores externos pueden afectar o contribuir al descanso de las personas. La tecnología de los colchones, al igual que sus materiales y diseños, es probablemente uno de los aspectos más determinantes en la calidad del sueño.

Por esta razón, la empresa colombiana de colchones Boxi Sleep anunció que pagará un millón de pesos por dormir durante un mes en sus 4 referencias de colchones, con el fin de conocer a detalle la valoración y experiencia de los usuarios sobre sus nuevas tecnologías.

“Elegiremos a un hombre y una mujer para que reciban en sus hogares nuestros 4 tipos de colchones, de manera que puedan dormir en ellos por una semana y, al final del mes, nos cuenten qué tal les parecieron, que fue lo que más les gustó de nuestra tecnología y qué cambiarían. Creemos que los colchones deben probarse en el mundo real, es la mejor vía para seguir innovando y desarrollando la mejor experiencia”, precisó Santiago Varenkow, CEO y fundador de Boxi Sleep.

Los interesados deben postularse antes del 30 de junio, por medio de un breve registro en la página: boxisleep.com.co/pages/te-pagamos-por-dormir. Cualquier persona puede inscribirse y no se requiere ningún tipo de conocimiento previo para participar.

Lee También

Cabe recordar que, según cifras del mercado, en Colombia se comercializan cerca de 4 millones de colchones al año, siendo las mudanzas, los divorcios, los matrimonios, la independencia y la obsolescencia del producto las principales razones para cambiar de colchón.

“Esto habla de la falta de educación del consumidor, pues, estos bienes deberían reemplazarse periódicamente, y no por razones puntuales como las descritas”, concluyó Varenkow.