Sin embargo, no la tendrá fácil porque ya hay otros jugadores que suenan en la puja que desde la semana pasada, cuando el Gobierno hizo oficial la apertura del proceso licitatorio para el Canal Uno y el tercer canal, ya comienza a dar de qué hablar.

Según revista Semana, más allá de la controversia generada en torno a si es viable más canales privados en el país, teniendo en cuenta el auge de Internet y de servicios como Netflix, Amazon, HBO Go, y redes sociales con amplia oferta de entretenimiento como Facebook y YouTube, el dilema ahora está centrado en si Sarmiento y sus competidores irán por ambos canales que pronto se licitarán.

“El dilema de Sarmiento y de otros grandes jugadores, que como Claro o Telefónica estaban esperando el tercer canal, es si no es mejor apostarle al Uno”, señala Semana.

Además de Sarmiento Angulo y de las empresas mencionadas, los nombres que, según Semana, licitarían por el Canal Uno son: Yamid Amat, Daniel Coronell, el contratista William Vélez, el empresario José Duver y el expresidente César Gaviria.

Uno de los argumentos que podría mover a estos ‘grandes jugadores’ es que el Plan de Desarrollo incluyó un artículo que permite entregar el canal a una sola empresa, que no se tendría que regir por la legislación antigua que establecía una división en la parrilla a concesionarios diferentes.

Pero eso no es todo. Según Semana, entre los beneficios que tendrían las empresas que oferten por el Canal Uno se destaca que el costo por concesión sería muy por debajo de los 154.000 millones de pesos que pagaron RCN y Caracol por la última prórroga por 10 años. Además, agrega, desde 2019 el Canal Uno tendrá 4 subcanales más, que no necesitarían instalación de una red propia.

“Esto, porque la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) expidió una regulación, similar a la que existe en la telefonía celular, que les permite a los nuevos operadores alquilar la red que ya tienen los canales privados o públicos”, agrega ese mismo medio.

La posición del Gobierno frente a críticas por la puesta en marcha de los procesos licitatorios es que, pese a que los canales privados actuales han pagado sumas muy ‘gordas’ por sus negocios de TV, también han recuperado la inversión en los años en los que no ha habido un tercer canal. Además, dice, si el negocio no fuera también bueno, no habría tantos posibles interesados como los que hay actualmente.

Más allá de los posibles ‘jugadores’ y de la decisión del Gobierno de abrir las licitaciones, el diario El Colombiano llama la atención por la puesta en marcha de un ejercicio de vigilancia, no solo para el cumplimiento de los cronogramas, sino para que haya garantías de imparcialidad y rigor técnico en los procesos.

“Siendo la pluralidad un valor para proteger, no tendría sentido que estas concesiones terminen en pago de favores o en cobro de cuentas políticas. Se trata de ampliar un servicio público y de garantizar su prestación con los mejores parámetros de calidad y respeto al consumidor”, dice un editorial reciente del medio paisa.

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