Por: LA CRONICA DEL QUINDIO

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Este artículo fue curado por Santiago Avila   Ene 17, 2024 - 6:39 am
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Recientemente NUEVA CRÓNICA QUINDÍO conoció el caso de una familia que tardó más de dos meses en encontrar una vivienda en arriendo en Armenia. Esto luego de que el propietario del inmueble en el que vivían les solicitara desalojar la casa porque sería puesta en venta.

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“Comenzamos la búsqueda de un inmueble para vivir y nos encontramos que la mayoría de viviendas de barrios tradicionales de la ciudad estaban disponibles, pero solo para la venta y las pocos que había para ser tomadas en arriendo al momento de consultar con las inmobiliarias o los propietarios ya habían sido alquiladas”, comentó Elizabeth Tabares Arias.

Tras varias semanas buscando un lugar para vivir esta familia logró ubicar una vivienda para trasladarse en el suroccidente de la ciudad, dejando al descubierto una problemática que vive el sector inmobiliario: la escasez de viviendas disponibles para arriendo en Armenia.

Llegada de personas a la ciudad

Sobre esta situación César Augusto Londoño Ramírez, propietario de la inmobiliaria Londoño Ramírez, manifestó algunas razones por las que se podría estar presentando esta dificultad. “Hay una cantidad considerable de personas llegando a vivir a Armenia”, destaca Londoño. Sin embargo, la oferta de viviendas en venta no se está moviendo con la misma velocidad, generando una disminución en la oferta de arriendo.

Según el propietario de la inmobiliaria, uno de los factores clave que contribuyen a este fenómeno es la incertidumbre creada por el actual gobierno. “La inseguridad económica generada por las posibles alzas de impuestos y servicios públicos ha llevado a la población a ser más cautelosa a la hora de invertir en bienes raíces”.

Para Londoño Ramírez la calidad de vida en Armenia ha atraído a un flujo constante de nuevos residentes, tanto de otras ciudades como de fuera del país. Esta migración constante ha generado un mercado de arriendo altamente competitivo y escaso. “Cuando ofrecemos una vivienda para arrendar, ya tenemos personas interesadas antes de que se desocupe el inmueble”.

La falta de opciones de arriendo afecta a todos los estratos sociales. Londoño destaca que después del terremoto de 1999, la preferencia por casas aumentó, pero la falta de oferta ha llevado a muchos a optar por apartamentos. Además, la llegada de nuevos compradores, tanto nacionales como internacionales, está influyendo en el mercado inmobiliario, provocando que los propietarios consideren vender ante ofertas tentadoras.

Por su parte, Liliana Rodríguez Orozco, gerente propietaria de la inmobiliaria ARD Asesorar y miembro de la junta directiva de la Lonja del Quindío, dijo que: “No somos las mismas 20 inmobiliarias de hace unos años. En cinco años, el aumento de inmobiliarias en el Quindío ha sido abrumador. Aunque somos 400, según la Cámara de Comercio, la escasez de inmuebles persiste, especialmente en el ámbito de viviendas, debido a diversas razones”.

La gerente de la inmobiliaria señaló la proliferación de viviendas turísticas como un desafío adicional, la inversión para arrendamientos turísticos ha llevado a la informalidad con propietarios que alquilan sin cumplir normativas. “Como administradores de propiedad horizontal, nos enfrentamos a inquilinos ‘temporales’ que entran en la informalidad, generando problemas y multas”.

Rodríguez Orozco también mencionó la creciente tendencia de arrendar amoblados a corto plazo, desviándose de la visión tradicional de arrendamiento residencial. “Apartamentos amoblados para estancias cortas se están convirtiendo en una opción más rentable, cambiando la dinámica de arrendar viviendas normales. La falta de conocimiento sobre las normativas es otra problemática del turismo no formal”, añadió.

En cuanto a la oferta de viviendas en venta, la representante del sector inmobiliario indicó que la presencia de viviendas usadas en barrios de Armenia se debe a malentendidos sobre los precios del metro cuadrado.

“La gente piensa que pueden vender al metro cuadrado de vivienda nueva y no es así. Hay proyectos nuevos por ejemplo en la Avenida Centenario donde el metro cuadrado vale $ 8.000.000 y un propietario de un apartamento usado en La Castellana cree que puede venderlo por el mismo precio y eso es imposible por las condiciones de mercado, pues no es lo mismo vender un inmueble que tiene hasta cinco años de construido a un inmueble de 15 años”, explicó.

Ambos representantes coincidieron en que la llegada de personas de otras ciudades y países ha influido en la dinámica del mercado inmobiliario en Armenia, generando desafíos y oportunidades. “Ha venido mucha gente a invertir de otras ciudades, incluso extranjeros y hasta colombianos que viven fuera del país que se han metido en créditos pagándolos en el exterior y las tasas de interés se los están comiendo”, señalaron.

Entre las razones está que hay ciudadanos que también venden porque han comprado en un mejor lugar de la ciudad. Personas que han mejorado sus condiciones de vida y se trasladan al norte, colocando en oferta para la venta su vivienda en el sur.

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Pulzo complementa

Otra de las problemáticas que se está presentando en el último año es el alto costo que dueños de viviendas o inmobiliarias están cobrando por el alquiler de la misma y que ha obligado a muchas familias a, incluso, mudarse de ciudad.

Ese fue el caso de Luz Marleny Sánchez, que ahora vive en Pereira, luego de que le subieran al arriendo más de un millón de pesos, tras vivir casi 4 años en Sabaneta, Antioquia. Canón pasó de $ 1.300.000 a $ 2.400.000.

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