Sobre todo en un episodio del pasado 20 de octubre, cuando lanzó un balón contra la pared para mostrar su disconformidad con la decisión del técnico de enviarlo a estirar con sus compañeros, mientras que él prefería seguir entrenando.

Sin embargo, ‘L’Équipe’ sitúa el comienzo de esas tensiones en la gestión que Emery hizo del polémico penalti que se disputaron Neymar y su compañero Édinson Cavani en un partido en septiembre contra el Lyon.

Al brasileño le molestó que el entrenador español “no se pronunciase de forma cristalina” sobre el enfrentamiento, y tuviera que ser un “pequeño grupo de ‘sabios'” formado por Thiago Motta, Thiago Silva y Daniel Alves el que interviniera para resolver la fricción entre Neymar y el delantero uruguayo.

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Desde aquel momento, el brasileño se muestra “mucho más expresivo” en el día a día y “grita fuerte” a Emery cuando éste no pita faltas contra él en los partidillos de entrenamiento.

Una fuente que suele estar presente en los entrenamientos revela que Neymar hace saber con un gesto o una mirada al técnico que no está dispuesto a escucharle y que quiere que les deje tranquilos.

Además, siempre según ‘L’Équipe’, esta brecha afecta también a Emery con parte del vestuario, que compara su estilo con el que tenía Carlo Ancelotti, más cercano a los jugadores.

Pese a todo, recuerda el diario, Neymar sigue feliz de haberse incorporado al PSG y esas tensiones internas no han tenido una traducción en los resultados, pues el club parisino permanece invicto en todas las competiciones y ha impresionado a Europa por sus partidos en Liga de Campeones.

Con información de EFE.