Serena Williams cayó derrotada por 6-2 y 6-4 ante Osaka, que es la nueva campeona del último torneo de Grand Slam de la temporada.

Pero más allá del juego, una frustrada Williams, de 36 años, se echó a llorar al discutir con el juez de silla Carlos Ramos sobre dos advertencias: una por recibir consejo de su entrenador y otra por destrozar su raqueta después de que Osaka rompiera su servicio en la segunda manga y pusiera el marcador en su contra.

La menor de las hermanas Williams, llamó a un funcionario del torneo y discutió su caso, diciendo que los hombres la habían discriminado y no la habían tratado bien en las advertencias y el castigo con un tanto.

Williams mantuvo su punto de vista de que no hizo trampa y quería una disculpa, a la vez que sostuvo que no debería haber recibido una penalización de un punto.

Williams después de renunciar a su primera ventaja en el partido en un juego en el que cometió una doble falta dos veces, rompió su raqueta.

Después de darse cuenta de que ya había perdido un punto, Williams comenzó a gritar a Ramos.

“Nunca, nunca estarás en otro partido mío mientras vivas”, amenazó. “Tú eres el mentiroso. ¿Cuándo me ofrecerás disculpas? ¡Dilo! Di que lo sientes. Entonces no me hables ¿Cómo te atreves a insinuar que estaba haciendo trampa? … Eres un ladrón, también”.

Después de la discusión, Williams perdió el control e hizo que Osaka, que jugó el partido de su vida, lograra la victoria y se proclamara con todos los honores y méritos la nueva campeona del Abierto de Estados Unidos al superar a la que ha sido desde siempre su “ídolo”, a la que imita en su juego y en la que siempre se ha inspirado.

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Tras concluir el partido, que apenas duró una hora y 19 minutos, Williams tuvo toda la deportividad del mundo al ir a la red y darle un gran abrazo a su discípula.

Ambas tenistas lloraron y Osaka recibió la primera felicitación por parte de Williams por el gran triunfo que había logrado.

“Bueno, no quiero ser grosera, ella jugó bien y este es su primer Grand Slam”, declaró Williams después del partido, mientras luchaba por contener las lágrimas. “Hagamos que este sea el mejor momento posible, demos crédito al que se lo merece y no más abucheos. ¡Felicidades Naomi!”.