La defensa del jugador contó con el auxilio de 3 momias halladas en la cordillera de los Andes en 1999 para probar que una sustancia puede permanecer en el cuerpo de alguien durante años, e incluso siglos, según confirmó el letrado Bichara Neto a la web brasileña UOL.

“Eso ayudó a componer los argumentos”, aseguró Neto al medio.

Un arqueólogo y diversos estudios ayudaron a los abogados del goleador a comprobar que el metabolito benzoilecgonina estaba en las momias en cuestión, pues en el  pelo de una de ellas se encontró la sustancia por la que Guerrero dio positivo, señaló el diario Estado de Sao Paulo.

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Expertos estimaron que en el caso de la momia, hubo consumo de hoja de coca 15 años atrás.

Con información de EFE