Descubre el ritual colombiano: ¿por qué el color de la ropa interior marca el destino en Año Nuevo?

En Colombia, la llegada del Año Nuevo está rodeada de tradiciones y creencias que permiten a las personas recibir el siguiente ciclo con optimismo y esperanza. Entre los rituales más significativos se encuentra el uso de ropa interior de colores específicos, práctica que muchas familias repiten religiosamente cada 31 de diciembre. Este gesto, más allá de lo anecdótico o pintoresco, se ha convertido en un símbolo profundo de los deseos y anhelos que acompañan a los colombianos al cerrar un año y dar la bienvenida a otro. Así lo aborda el portal Noticias Caracol, al detallar cómo los colores de la ropa íntima encarnan aspiraciones sobre amor, prosperidad, salud o estabilidad.

Durante los días previos a la celebración, las tiendas abundan en prendas de tonos vivos, reflejando la demanda por ropa interior en colores como rojo, amarillo y dorado. Según Noticias Caracol, cada tonalidad posee un significado particular y su selección responde a una búsqueda consciente de satisfacer una necesidad emocional o material en el año que inicia. El rojo, por ejemplo, es especialmente popular, ya que, dentro del imaginario colectivo, está vinculado con los sentimientos apasionados y relaciones sentimentales intensas. Quienes eligen esta tonalidad esperan fortalecer vínculos, atraer nuevas oportunidades amorosas o revitalizar su vida romántica.

Por otro lado, el amarillo y el dorado evocan el oro y el sol, elementos asociados con la prosperidad y el éxito. En muchas regiones del país, se cree que estrenar ropa interior amarilla ayuda a “abrir caminos” para una mejor economía, empleos o crecimiento profesional. El blanco, en cambio, ha ganado terreno entre quienes desean alcanzar paz interior, salud y armonía, relacionándolo con la limpieza espiritual y la intención de empezar de nuevo, dejando atrás preocupaciones y conflictos del pasado.

En el panorama de colores, otras opciones también han tomado fuerza. El verde representa esperanza y salud, mientras el azul se asocia con la calma y la estabilidad, importantes para quienes buscan un año tranquilo y predecible. En la lista sobresale el rosado, que simboliza el amor propio y la ternura, y el negro, que ha sido resignificado como emblema de poder y transformación. Tampoco falta el plateado, que para algunos expresa innovación y adaptabilidad; y el café, vinculado a la estabilidad emocional y a las raíces familiares.

Aparte del color, el modo de emplear la prenda también alberga su propio simbolismo. Algunas personas recomiendan colocarla al revés y voltearla después de la medianoche para “activar” los deseos. Otros consideran indispensable que sea nueva o regalada. Estas particularidades, aunque no siguen una regla estricta, hacen parte del encanto del ritual y fortalecen el sentido de esperanza y renovación al comenzar el año.

Seleccionar la ropa interior de determinado color es más que una simple superstición; se trata de una oportunidad para reflexionar sobre lo que se espera atraer y para proyectar deseos positivos hacia el futuro. Tal como destaca Noticias Caracol, estos rituales ayudan a las personas a cerrar ciclos y a establecer nuevas intenciones, influenciando incluso su bienestar emocional al iniciar un nuevo año.

¿Por qué algunas personas consideran importante que la ropa interior del Año Nuevo sea regalada?

Dentro de las tradiciones populares, hay quienes sostienen que para que el ritual de la ropa interior en Año Nuevo sea efectivo, la prenda debe ser un obsequio. Esta creencia se relaciona con la idea de que un regalo transmite energía positiva y buenos deseos de quien lo entrega, potenciando así la intención simbólica del color elegido.

Al recibir la ropa interior de otra persona, el acto cobra un significado más profundo: es una muestra de afecto y de acompañamiento en los nuevos comienzos. Muchos consideran que este detalle añade un valor emocional añadido al ritual y refuerza la confianza en la llegada de cambios favorables para el año venidero.