Despide el año con fe: así es la poderosa oración de fin de año en familia alrededor del pesebre

La celebración del Año Nuevo es, para numerosas familias alrededor del mundo, mucho más que un simple punto de encuentro festivo. Más allá de los habituales brindis y espectáculos de fuegos artificiales, muchas personas consideran la llegada de un nuevo año como una oportunidad única de introspección, recogimiento espiritual y renovación de propósitos. Según la agencia de noticias ACI Prensa, perteneciente a la red EWTN Global Catholic Network, este tránsito anual representa para los creyentes un instante propicio para la reflexión interna, la proyección de nuevas metas desde la fe y la búsqueda de un renovado sentido de agradecimiento y perdón.

La práctica de la oración en la víspera de Año Nuevo no está sujeta a una estructura específica ni a un horario inamovible. Tal como explica ACI Prensa, el valor primordial de la oración radica en acompañar la transición entre años con sentimientos profundos de gratitud, reconciliación y esperanza hacia el futuro. Algunas familias escogen realizar este momento justo después de la medianoche del 31 de diciembre, mientras que otras prefieren la serenidad de las primeras horas del 1 de enero, priorizando así un ambiente propicio para la introspección y el recogimiento.

Para llevar a cabo este acto espiritual, la recomendación de ACI Prensa es que los participantes —sea familia, amigos o comunidad— se reúnan alrededor del nacimiento o pesebre. El acto solemne inicia con la señal de la cruz, marcando así el inicio del momento de oración compartido. Posteriormente, se propone la recitación alternada de una oración que tiene como fin agradecer lo vivido, reconocer aciertos y errores y formular peticiones para el año venidero.

En palabras sugeridas por ACI Prensa, la oración reconoce la presencia de Dios en cada instante del tiempo —pasado, presente y futuro—, agradeciendo por las bondades recibidas, tanto materiales como emocionales, y presentando ante la divinidad los logros, esfuerzos y vínculos cultivados a lo largo del año. Igualmente, se solicita perdón por los momentos de omisión, las acciones vacías y las oportunidades desaprovechadas, pidiendo la capacidad de iniciar el nuevo ciclo con corazón abierto a la sabiduría y la verdad.

La oración recomendada continúa con una petición dirigida a los días del año que comienza, solicitando cualidades como paz, alegría, humildad y fortaleza para caminar por senderos de bien. Este momento suele concluir con la recitación de oraciones tradicionales como el Padre Nuestro, el Ave María y el Gloria, seguido de un abrazo fraterno y el saludo ritual: “La paz sea contigo. ¡Feliz Año Nuevo!” Tal conclusión simboliza el lazo de fraternidad, esperanza y propósito compartidos al adentrarse en un nuevo capítulo de la vida.

En esencia, la centralidad de esta oración radica en su capacidad para propiciar un momento de pausa y reenfoque. Lejos de ser una enumeración de peticiones materiales, este tipo de oración anima a abandonar el afán de controlar el futuro e invita a fortalecer la confianza en la providencia divina. Así, quienes practican esta tradición buscan no solo despedir el año con gratitud sino también recibir el siguiente con serenidad, confianza y sentido de comunidad.

¿Por qué se recomienda rezar la oración en torno al pesebre?
El pesebre o nacimiento, dentro de la tradición cristiana, simboliza el lugar del nacimiento de Jesús y representa un espacio sagrado en el hogar durante la Navidad y hasta el inicio del nuevo año. De acuerdo con la información de ACI Prensa, reunirse alrededor del pesebre durante el momento de oración subraya la centralidad de la fe en la vida familiar y comunitaria. Además, permite recordar la humildad del acontecimiento navideño y renovar el compromiso de vivir los valores esenciales del cristianismo. Este acto fortalece el sentido de unidad y recogimiento, características deseables para despedir un ciclo y abrirse al que está por venir.