Descubre cómo la Navidad ilumina municipios de Cundinamarca con cultura, naturaleza y tradición sostenible

La celebración “Navidad es Cultura 2025” en los municipios vecinos a Bogotá se erige como una invitación a vivir la temporada decembrina en clave de diversidad, tradición y sostenibilidad. Según la programación publicada por el portal oficial de la Alcaldía de Bogotá, estas comunidades han preparado una variada agenda orientada a integrar actividades culturales y ambientales, rutas gastronómicas y espacios de encuentro social para todos los públicos. El evento, que abarca localidades como Funza, Cota, Chía, Mosquera, Fusagasugá y Facatativá, así como los entornos naturales administrados por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), busca fortalecer los lazos de pertenencia y la identidad regional a través de propuestas gratuitas y abiertas.

Entre los elementos destacados se encuentran recorridos turísticos por alumbrados navideños, como “Funza Resplandece”, y la emblemática pista de hielo de Fusagasugá, que estarán disponibles desde principios de diciembre. Además, la oferta cultural incluye festivales de cuentería y ancestrales en Chía, así como ferias gastronómicas en Facatativá, donde se promueve la repostería y la comida típica como parte esencial de la celebración. Todas estas actividades buscan no solo el disfrute, sino también preservar la memoria colectiva y generar aprendizaje intergeneracional.

Un pilar importante de la agenda reside en la naturaleza y la sensibilización ambiental. Actividades organizadas en reservas forestales, embalses y aulas ambientales, como el observatorio de aves y recorridos guiados en el Embalse del Neusa, invitan a residentes y visitantes a valorar la biodiversidad local. Por ejemplo, el “Rally de la Tingua” en Puente Sopó tiene por objetivo la educación acerca de la Tingua Bogotana, una especie en peligro de extinción, mientras que talleres de Año Viejo y literarios fomentan el reciclaje y la protección ecológica.

En paralelo, los municipios suman programación artística con festivales de teatro, serenatas de tunas estudiantiles, novenas comunitarias, conciertos y muestras de talento local. Las celebraciones en parques principales se prolongan durante todo diciembre, articulando múltiples actores públicos y privados, con la finalidad de cultivar valores cívicos y ambientales. Las rutas gastronómicas en lugares como Mosquera y la oferta de productos locales en ferias artesanales consolidan estos territorios como importantes destinos culturales en la temporada navideña.

Las novenas, tradicionales en Colombia para el mes de diciembre, tienen aquí un sentido especial al celebrarse tanto en parques urbanos como en entornos naturales, mezclando música, danza y experiencias educativas sobre el entorno. El circuito navideño culmina con propuestas que invitan a la reflexión y la renovación, como la “Noche de Fuego” y el taller ecológico “Caminos y relatos del agua”, fortaleciendo la conexión con la memoria y la sostenibilidad tal como lo resalta el propio calendario oficial divulgado por la Alcaldía y la CAR de Cundinamarca.

¿Por qué la integración de naturaleza y cultura es relevante en la celebración navideña de estos municipios?

La articulación entre eventos culturales y acciones en espacios ambientales refleja una apuesta por transformar la festividad en una oportunidad de aprendizaje y concientización colectiva. Según la agenda institucional, promover actividades en reservas naturales, embalses y aulas ambientales no solo fortalece la identidad territorial, sino que también sensibiliza sobre el valor de los ecosistemas y las especies propias de la región. Así, la celebración transciende el entretenimiento para convertirse en un ejercicio de memoria y corresponsabilidad, aportando a la sostenibilidad y la cohesión social en el contexto regional.

Esta estrategia permite que tanto habitantes como visitantes experimenten la Navidad como un tiempo de encuentro comunitario, reflexión sobre prácticas ancestrales y reconocimiento de la riqueza ambiental. El equilibrio entre cultura y naturaleza se revela, entonces, como un elemento central para fortalecer el sentido de pertenencia y la visión de futuro sostenible en los territorios aledaños a Bogotá.