Las suculentas son plantas que han emergido cómo verdaderas protagonistas en todos las casas. Estas pequeñas han conquistado los corazones de los amantes de la jardinería y la decoración de interiores por igual, debido a su apariencia única y su capacidad para prosperar en condiciones desafiantes. Sin embargo, muchas veces se llega a la incógnita de cuánta agua debe llevar, donde deben ubicarse y qué hacer cuando se están muriendo. Acá le contamos.

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Guía para cuidar sus suculentas y salvarlas, en caso de que se estén muriendo

Cuidar una suculenta si tiene su ciencia y puede que no a todas las personas les dure, debido a que las plantas van conectadas con la energía de sus dueños o la energía que ellos reciben. Sin embargo, todo va también en los cuidados que se le den.

• Elección del sustrato: las suculentas necesitan un sustrato bien drenado para evitar el exceso de humedad en las raíces. Puede usar mezclas específicas para suculentas o cactus, o crear la suya mezclando arena gruesa, tierra para plantas y perlitas.
• Macetas o materas con buen drenaje: asegúrese de que las macetas tengan agujeros en la parte inferior para que el agua pueda drenar fácilmente. Esto ayudará a prevenir el encharcamiento, que puede ser perjudicial para las suculentas.
• Riego moderado: las suculentas almacenan agua en sus hojas y tallos, por lo que no necesitan riegos frecuentes. Permita que la capa superior del sustrato se seque por completo antes de volver a regar. En general, es mejor regar menos que regar en exceso.
• Luz adecuada: las suculentas necesitan luz brillante, preferiblemente luz indirecta brillante o luz solar directa durante unas horas al día. Sin embargo, evite la exposición directa a la luz solar durante las horas más calurosas del día, ya que esto puede quemar las hojas.

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• Temperatura y humedad: la mayoría de las suculentas prosperan en temperaturas moderadas y no son fanáticas de la humedad alta. Evite colocarlas en ambientes muy húmedos o fríos, ya que esto puede aumentar el riesgo de enfermedades fúngicas.
• Propagación: muchas suculentas pueden propagarse mediante esquejes de hojas o tallos. Permita que estas partes se sequen y desarrollen callos antes de plantarlos de nuevo.
• Podas suaves: si las suculentas crecen de manera desigual o desarrollan tallos largos y débiles, puede podarlas suavemente para fomentar un crecimiento más compacto y saludable.
• Control de plagas y enfermedades: revíselas regularmente en busca de signos de plagas como cochinillas, ácaros o pulgones. Si identifica un problema, trate las plantas con métodos naturales o insecticidas adecuados.
• Rotación: si están en el interior, rote las macetas de vez en cuando para asegurarse de que todas las partes de la planta reciban una cantidad equitativa de luz.

*Este artículo fue escrito y curado por el equipo de Robby Bienestar con apoyo de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano.