Por qué los perros comen heces y cómo se les quita esa costumbre; puede ser grave

A la hora de sacar a los perros a darles un paseo, hay varios comportamientos que los seres humanos no entienden, como por qué se huelen la cola, por qué huelen todo el tiempo el pasto, la interacción y por qué les gusta coger basura o incluso comer las heces que no hayan sido recogidas. 

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Esta última práctica se conoce como coprofagia y puede ser una preocupación en los propietarios de mascotas. Alimentarse de heces es algo natural en la conducta canina, pero no recomendable, y hay varias razones por las que se puede presentar. 

La primera y más común, según los veterinarios, es que lo hacen como resultado de la esterilización. Los alimentos para mascotas que vienen enlatados y con pocos carbohidratos, a los que la mayoría de los perros se acostumbraron a comer, son más fáciles de digerir que la comida natural. Por esta razón, los perros pueden no absorber todos los beneficios de los alimentos y ver en la materia fecal los nutrientes que se pasan por alto.

Los perros también pueden comer heces debido a enfermedades metabólicas, tales como el hipotiroidismo y la diabetes. Estas condiciones provocan anormalidades en el hambre que pueden conducir a desórdenes alimenticios, como la pica y la coprofagia.

Otras razones por las que los perros comen heces se relacionan con la falta de atención, aburrimiento, estrés y algunas enfermedades psiquiátricas como la ansiedad. Esto llamaría la atención del dueño y por eso lo harían.

Cómo hacer que mi perro no coma más heces

Según la página del Hospital Veterninaria Glories, las medidas que hay que tomar para que la mascota deje de hacer esta práctica son:

• Verificar que en las zonas en las que vaya a mover el animal esté limpia y sin desechos de otros animales. Esto ayudará a disminuir el consumo de heces por los animales.
• Ponerle un bozal por unos días al momento de salir, con eso pierde la costumbre de consumir las heces y ya no lo hará más en el futuro.
• Distraer al perro con un juguete o con juegos para que esté enfocado en correr y no en la alimentación al momento de salir.
• Premiarlo cuando defeca para incitarlo a que cuando termine, se dedique a buscar el premio y no a oler las heces.

Si el problema sigue siendo persistente, es recomendable consultar con el veterinario. 

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Los propietarios de mascotas deben estar conscientes de que es importante proporcionar a sus perros una alimentación adecuada para evitar la coprofagia. Se debe asegurar que el animal tenga suficiente ejercicio, interacción y atención para evitar el problema.

*Este artículo fue creado con ayuda de Robby Mascotas, una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista de Pulzo.