Castigo con chancleta es cada vez menos común, salvo en hogares pobres y de un solo padre

Un estudio publicado por la revista Jama Pedriatics entre padres jóvenes en EE. UU. revela que correctivos físicos e insultos para los hijos vienen en declive.

El informe indica que hay un cambio generacional en la forma de criar a los hijos, como lo expone el doctor Robert Sege, coautor de la declaración de políticas sobre castigo físico de la Academia Estadounidense de Pediatría, citado por CNN.

Una encuesta usada en el mencionado estudio revela que el 50 % de los padres jóvenes en 1993 infringía algún tipo de castigo corporal a sus hijos como parte de su formación, mientras que en 2017 las nalgadas y los insultos bajaron a un 35 %, señala el medio.

Esta reducción del castigo físico no es suficiente para pediatras como el doctor Sege, quien opina que estas cifras se deberían bajar casi a cero, pues para él es posible educar a niños sanos sin necesidad de acudir a la violencia física ni verbal, un punto de vista que no comparten algunas personas.

No obstante, Sege dice que datos de estudio todo el mundo avalan la teoría de que los niños se crían mejor sin nalgadas, pues los castigos físicos hacen que muchos niños sean violentos más adelante o que no rindan igual en el estudio, destaca CNN.

El experto citado por el medio advierte que el estrés generado por el encierro durante la pandemia hizo aumentar las cifras de castigos físicos, y que por el hecho de no ir al colegio, no hay forma de que los profesores denuncien los castigos físicos que noten en los niños, como es su deber reportar, pero que la tendencia es que cada vez se acuda al correctivo físico.

Para tristeza del pediatra citado, hay excepciones a la regla de los padres ‘millennials’ (nacidos entre 1980 y 1999) y de la generación ‘X’ –hijos de los padres de la posguerra–, nacidos entre 1961 y 1979 que ahora son papás.

Tales excepciones son las familias de menos recursos económicas, algunas familias afrodescendientes y otras en las que hay un padre o una madre, únicamente.

En Colombia, por su parte, la ‘Alianza por la niñez colombiana’ dice que la crianza debe darse sin recurrir a la violencia y que ello no depende de lo cultural o las creencias de cada familia.

“Los tratos humillantes traen consecuencias negativas para el desarrollo integral de los niños y niñas”, señaló la organización en un documento citado por El Espectador que pretendía convertirse en ley para evitar el castigo físico en casa, pero que fue archivada por el Congreso al considerar que el maltrato infantil ya está tipificado en el país y por ende se incurriría en una duplicidad de la ley.