[Video] “Dios atascó el arma”: pastor que se salvó de milagro de disparo en pleno culto

Para nadie es un secreto que en Estados Unidos, por todo el tema de la facilidad de obtener armas y demás, estar en un espacio cerrado puede ser un peligro muchas veces, ya que se pueden presentar tiroteos que deje a muchas personas heridas o sin vida.

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De hecho, en las noticias de ese país se ven constantemente ataques en colegios, centros comerciales, iglesias y mucho más y por eso varias personas también se abstienen de ir a ese destino turístico.

Es más, en la tarde del pasado 6 de mayo, los asistentes a una iglesia en Pensilvania se llevaron un gran susto, luego de que un hombre trató de atacar a un pastor que estaba dando el culto.

Qué pasó en la iglesia de Pensilvania

Glenn Germany es un pastor muy reconocido de la Iglesia Jesus’ Dwelling Place, ubicado en el suburbio de North Braddock, en Pensilvania. El pasado lunes estaba dando su culto de medio día, cuando de repente vio que un hombre se paró por el lado izquierdo de la iglesia, se sentó en la parte delantera y le sonrió.

En ese momento el pastor sintió que algo estaba mal, por lo que tomó cierto tipo de precaución. Sin embargo, el sujeto, identificado como Bernard Junior Polite, se paró, sacó un arma y apretó el gatillo, por lo que pretendía asesinar al pastor.

Por fortuna, y sin ningún tipo de explicación, el proyectil no salió del arma y por eso los asistentes pudieron neutralizar al hombre, quien posteriormente fue capturado por la Policía.

Este es el momento del hecho:

“Empecé a predicar y lo vi moverse, a mi izquierda, desde la parte trasera a la delantera de la iglesia. Se sentó en la esquina frontal y me sonrió. De repente vi que me apuntaba un arma, y para ese momento lo único que podía hacer era intentar protegerme”, aseguró Germany en diálogo con ABC News.

Y agregó: “Apretó el gatillo, y por un milagro de Dios el arma se atascó. La bala me habría alcanzado”.

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El capturado, quien tiene 26 años de edad, fue llevado a la estación de policía y allí aseguró que lo había hecho porque “Dios se lo había pedido”, pero igual ahora está en la cárcel del condado Allegheny, sin derecho a fianza, por los cargos de agresión agravada e intento de homicidio.