La triste historia de 2 empleados de Facebook que viven en un garaje

Trabajan en la cafetería y sufren para cumplir con sus obligaciones debido al alto costo de vida en una zona de Silicon Valley.

El estilo de vida que llevan Víctor y Nicole fue presentado por el diario británico The Guardian. Juntos trabajan en una de las cafeterías del gigante tecnológico y viven con sus tres hijos, de nueve, ocho y cuatro años, en un garaje para dos carros ubicado en Menlo Park, a unos cuantos kilómetros de la compañía y la vivienda del propio Mark Zuckerberg.

A Nicole le pagan 19,85 dólares por cada hora de turno y a Víctor, 17,85, una suma alta comparando con muchos de los salarios de un estadounidense promedio o el pago de 15 dólares por hora que da Facebook a sus contratistas. Sin embargo, el alto costo de vida de la zona hace que sus sueldos sean irrisorios para aspirar a una casa arrendada y poder salir de la miseria en la que están, agrega Engadget.

Paradójicamente, Víctor y Nicole ganan demasiado como para poder ser beneficiarios de la asistencia sanitaria estatal, pero no lo suficiente para pagar el seguro médico que ofrece su empleador. Quienes trabajan en la cafetería no pueden acceder a las clínicas con las que tiene convenio Facebook.

La familia logró acomodarse en el garaje con tres camas. Un sofá y una mesa de café hacen las veces de sala de estar. La ropa la cuelgan en las puertas del garaje y usan el baño y la cocina de una propiedad aledaña. “Nuestra hija continúa preguntándonos cuándo va a conseguir su propia habitación, y no sabemos qué decirle”, relató Nicole a The Guardian.

La mujer confiesa que siente que muchos empleados de Facebook la miran por encima del hombro y cuenta con tristeza que a los trabajadores de la cafetería no se les permitió llevar a sus hijos al trabajo en una de esas típicas jornadas que llevan a cabo muchas empresas.

Curiosamente, señala The Guardian, Mark Zuckerberg está haciendo una gira por todo Estados Unidos para conocer las necesidades, los desafíos de la gente y la desigualdad existente. Nicole formula una pregunta contundente: “¿Va a venir aquí?”.