Despacito: buscando una canción que permita ahorrar agua
Una original y efectiva estrategia para ahorra agua y divertirse.
Un tema importante en nuestro tiempo es el de ahorrar agua. En ciudades como Bogotá, el costo de este preciado líquido hace que, más allá del cuidado del agua, está también la importante conservación de la naturaleza.
Por eso me pareció interesante la propuesta de un señor, quien en una de esas aburridas asambleas de propiedad horizontal, en un edificio estrato 6; explicó que en su casa logró bajar el consumo y el costo del agua con una creativa propuesta: bañarse solamente durante el tiempo que dura una canción.
La idea me parece muy interesante, pero claro que habría que definir que canciones servirían para manejar esta estrategia. Con seguridad las melodías electrónicas, las improvisaciones de jazz, o algunas zarzuelas u operas no podrían servir para esta creativa campaña.
Habría entonces que hacer un listado de canciones que marcaran los niveles de consumo y por otro lado evitar las versiones libres.
Las baladas simples, esas con un máximo de tres estrofas; los boleros tradicionales sin demasiados coros, una que otra canción de rock, con no más de tres minutos, son la alternativa para acompañar de música un baño corto y suficiente para adelantar los tres pasos para un lavado adecuado: mojarse, jabonarse y al final enjaguarse.
No sé si esos nuevos ritmos, como “suavecito” de Luis Fonsi, que dura casi cinco minutos, sea de las canciones más adecuadas para promover el ahorro de agua. O si la solución sea componer versiones para bajo consumo.
Como el dicho de “agua que no has de beber, déjala correr”; en este caso la frase debería decir “canción que has de escuchar es el tiempo en que te has de bañar”.
Cada persona tendrá un diferente interés musical, una manera particular de acompañar su baño cotidiano. Pero lo importante será que se adelante una cultura de consumo de agua, y una buena excusa será hacer el cálculo para determinar el ritmo apropiado para que, por un lado, el baño sea apropiado para la limpieza y que la canción no sea ni más ni menos corta para un adecuado baño.
De esta manera se podrían pensar otras estrategias para ahorrar en los diferentes servicios públicos y para promover el cuidado de los recursos naturales.
A la manera de las campaña pedagógicas de Mockus, la música podría servir para promover otras conductas. Como se da en la isla de San Andrés, donde los recolectores de basura, adelantaban su labor acompañados de música reggae. Tal vez al ver televisión u oír música se podrían apagar las luces de los espacios iluminados por este electrodoméstico.
Para ahorrar agua, hay un buena estrategia que es la de recoger el líquido de la ducha, antes de calentarse. Con un balde se logra acumular más de cinco litros de agua que después servirán para vaciar en el inodoro. Día tras día, la reutilización del líquido llevará a un importante ahorro que se verá por un lado en la cargo de la cuenta y por otro en el apoyo al medio ambiente.
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