Este martes, un asesinato conmocionó a la comunidad de San Rafael, en el municipio de Tuluá, Valle del Cauca. Dos hermanos fueron asesinados en la vereda La Mina, una zona rural alejada de los centros urbanos.

Las víctimas, Ever y Gerson García, se destacaban por su participación activa en una congregación evangélica de la región. La noticia del doble asesinato ha causado una profunda consternación, tanto entre los miembros de su comunidad religiosa como entre los habitantes del corregimiento.

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El ataque ocurrió en horas de la tarde, cuando los dos hermanos se encontraban en su finca. El lugar está ubicado en un sector aislado y de difícil acceso.

Según versiones preliminares, sujetos desconocidos llegaron al lugar y les arrebataron la vida de manera violenta. Las autoridades aún no han confirmado los detalles sobre el móvil del crimen, pero se han comprometido a investigar a fondo el hecho.

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Dos hermanos asesinados: un crimen que sacude a Tuluá

Ever y Gerson García eran muy conocidos en la zona debido a su dedicación a la congregación evangélica. La iglesia local ha expresado su profundo pesar por la tragedia.

Además de ser miembros activos de la comunidad religiosa, los hermanos eran apreciados por su trabajo social y su liderazgo en diversas actividades comunitarias. La noticia de su muerte ha generado un gran impacto, sobre todo entre los fieles que los conocían de cerca.

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El asesinato de los dos hermanos en un sector tan alejado de la ciudad es un hecho particularmente preocupante. Pone en evidencia la creciente violencia en algunas áreas rurales de Tuluá.

Según las autoridades, la vereda La Mina es conocida por sus problemas de orden público, lo que dificultó el acceso de las autoridades. La dificultad para ingresar a la zona hizo que el levantamiento de los cuerpos fuera retrasado varias horas, aumentando la angustia de los familiares.

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Dificultades de acceso en zonas rurales retrasan las investigaciones sobre el homicidio de los dos hermanos

Los cuerpos de los hermanos García fueron trasladados a la ciudad de Tuluá, donde se realizan las diligencias correspondientes. Aunque la zona donde ocurrieron los hechos es conocida por presentar dificultades de seguridad, las autoridades han asegurado que están tomando todas las medidas necesarias para esclarecer el crimen. En este momento, no se ha logrado identificar a los responsables ni se ha determinado el móvil del asesinato.

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El hecho ha dejado a los habitantes de San Rafael y los alrededores consternados. La comunidad evangélica ha expresado su solidaridad con los familiares de las víctimas. A medida que avanza la investigación, las autoridades han pedido colaboración de la comunidad. Recordando que cualquier información puede ser crucial para resolver este doble homicidio. La motivación detrás de este crimen sigue siendo un misterio, pero se espera que, en los próximos días, las autoridades logren avanzar.