Reencuentros, tecnología y esperanza: los avances de la UBPD en la búsqueda de desaparecidos en Colombia

Durante el año 2025, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) presentó resultados contundentes en su misión de localizar a quienes han desaparecido en el contexto del conflicto armado y otras violencias en Colombia. Según la entidad, a lo largo del año se recuperaron más de 1.800 cuerpos y se localizó con vida a 274 personas, cifras que evidencian los avances logrados gracias a la adopción de nuevas metodologías y la integración de tecnología e innovación en los procesos de búsqueda e identificación. El trabajo de la UBPD, señalado por medios como El Espectador, ha destacado por la profundización de estrategias investigativas y la articulación con diversas entidades estatales.

Historias individuales reflejan el impacto humano de estas acciones. Yonéider Martínez Úsuga, quien fue separado de su familia a los dos años, logró reencontrarse con su madre y abuela tras más de veinte años de separación. Este caso revela, en palabras de Yonéider, la importancia de la perseverancia familiar y la valentía de quienes mantienen viva la esperanza, esperando el día del reencuentro. Asimismo, el caso de Victoria*, también documentado por El Espectador, ilustra otra faceta de esta problemática: fue reclutada por un grupo armado en 2004 y se vio obligada a dejar a sus dos hijos al cuidado de otras personas. El reencuentro entre Victoria y sus hijos, ocurrido el 31 de marzo de 2025 en la sede territorial Guaviare de la UBPD, fue posible tras cinco años de búsqueda, impulsada por el reporte del Colectivo Orlando Fals Borda.

Estos casos no son hechos aislados. Corresponden a parte de los 274 reencuentros obtenidos en el año como resultado de la aplicación de herramientas tecnológicas de última generación y procedimientos metodológicos renovados. Luz Janeth Forero Martínez, directora de la UBPD, atribuye estos éxitos al esfuerzo conjunto entre diferentes instituciones del Estado, cuyo trabajo articulado ha permitido fortalecer la capacidad investigativa y mejorar el acceso a fuentes de información esenciales para la localización de personas desaparecidas.

En cuanto a la recuperación de cuerpos, la UBPD resaltó la realización de más de 2.800 prospecciones en sitios de interés forense a lo largo del territorio nacional. Gracias a estos operativos, se recuperaron más de 1.800 cuerpos y se entregaron dignamente los restos de 222 personas desaparecidas, lo que representa un avance significativo frente a las más de 135.000 personas reportadas como desaparecidas en Colombia. Estrategias específicas, como la constitución de una red de apoyo operativo y el despliegue de rutas de búsqueda terrestres y fluviales, han sido clave en este proceso, junto con la colaboración de quienes aportan información relevante, incluidos excombatientes o personas que hayan tenido contacto con las víctimas.

Otro logro importante del año fue la puesta en marcha de los primeros tres Centros Integrales de Abordaje Forense e Identificación, localizados en Bogotá, Medellín y Girón (Santander), los cuales funcionan en estrecha coordinación con Medicina Legal. Esta red ha permitido optimizar los procesos técnico-científicos, facilitando el abordaje integral de 788 cuerpos y la identificación plena de 24 de ellos en 2025, brindando alivio y verdad a decenas de familias.

De cara a 2026, la UBPD ha anunciado que entre sus desafíos se encuentra la consolidación de escenarios de memoria y dignificación para las víctimas, en la línea de los espacios instalados en Medellín y Palmira, y la profundización en el uso de herramientas tecnológicas para la identificación y localización de personas desaparecidas.

¿Cómo funciona la red de apoyo operativo en la búsqueda de personas desaparecidas?
La red de apoyo operativo ha sido uno de los mecanismos que ha fortalecido la acción de la UBPD, según los reportes documentados en el artículo. Está conformada por personas y entidades colaboradoras que aportan información o facilitan las labores de búsqueda, permitiendo ampliar el alcance territorial y optimizar la eficacia de las búsquedas. Esta red resulta fundamental porque muchas veces las pistas sobre el paradero de personas desaparecidas solo se logran rastrear a través de testimonios de quienes han participado directa o indirectamente en los hechos de violencia o han sido testigos de los mismos.
Su importancia radica en que la información compartida por estos aliados puede orientar a los equipos de búsqueda hacia sitios clave, reducir el tiempo de localización e incrementar las posibilidades de éxito en la recuperación de cuerpos o el hallazgo de personas con vida, contribuyendo así a dar respuestas concretas a cientos de familias que esperan por la verdad y por el retorno digno de sus seres queridos.