Tolimenses con vía nueva, pero sin poder usarla; los huecos ya no serían el problema

Según la Secretaría de Infraestructura y Hábitat del Tolima, el avance a la fecha es de un 50 %, en donde se han realizado ensayos y se ha aplicado la segunda capa de asfalto de 13 centímetros, a la vez que se realizan otras obras complementarias.

A buen ritmo viene avanzando la recuperación de la vía Palobayo – Ambalema, una obra que, pese a que la comunidad llevaba años esperándola, no podrá ser disfrutada en su totalidad, producto del daño de un importante puente.

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Y es que luego de que una falla geológica provocara el colapso de la estructura ubicada sobre el río Venadillo, a la altura del kilómetro 11 en la vía Ambalema – Palobayo, en julio, los pobladores se vieron obligados a tomar vías alternas, quedando la carretera principal (la cual desde octubre está siendo pavimentada), con poco uso.

“Aunque el Gobierno Departamental ya inició con el tema de la pavimentación de los 6.5 kilómetros de carretera, eso es en este momento algo contraproducente, porque no sirve de nada si no se tiene el puente”, comentó el cabildante Jhon Mario Cárdenas.

Afirmó el concejal que es algo triste, pues durante 20 años los ambalemunos estuvieron luchando para sacar esta neurálgica vía del olvido de varias administraciones, para al final, no poder ver los resultados positivos de una carretera en buen estado, pues es menester recordar cómo el deterioro del asfalto y los huecos a lo largo de varios tramos hacían intransitable el paso.

Así las cosas, muchos transportistas y viajeros se han visto abocados a tomar rutas alternas. Sin embargo, como advierte el concejal, algunas de ellas se encuentran catalogadas como zonas de alto riesgo.

“La única vía de acceso que no representa un peligro es la que comunica Ambalema – Boquerón – La Sierra.

Pero hay que mencionar que Ambalema – km 96 – Cruce de Armero y Ambalema – Chorillo – Iguacitos – Lérida, son dos vías que por varios factores precipitan circunstancias potencialmente peligrosas”, aclaró.

Además, Cárdenas aprovechó para criticar que el Gobierno Departamental hubiese intervenido, para brindar una solución inmediata al problema de incomunicación, la vía alterna entre Iguacitos y Chorrillo, a sabiendas del estatus de riesgo que esta tenía según el ordenamiento territorial.

¿Para cuando el puente?

Por ahora, se está a la espera de que la Gobernación licite la construcción de un nuevo puente, tal y como fue prometido a la comunidad hace cinco meses, pues esta estructura no fue parte de la contratación actual, debido a que el colapso sucedió tiempo después.

De momento, ya se contrataron los diseños y estudios con el propósito de crear una nueva estructura, por un valor estimado de 250 millones de pesos, los cuales se espera que estén listos para inicios del próximo año.

“Esperamos tenerlos para la ejecución en el transcurso de enero o febrero, para conocer el costo y así avanzar, como lo ha prometido el gobernador en esa ejecución, pues sabemos como departamento que necesitamos de la conectividad”, comentó la secretaria de Infraestructura y Hábitat del Tolima, Paola Muñoz.

Sin embargo, como explicó el concejal, este es un proceso que no se puede realizar de la noche a la mañana, razón por la cual, se han venido adelantando gestiones para proponer una solución complementaria, por medio de un puente militar.

“Nosotros ya radicamos un oficio ante el comando de ingenieros militares en Bogotá, para que se construya uno de estos. (…) pero es triste que la respuesta de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, UNGRD es que Colombia solo cuenta con 33 puentes militares, los cuales están todos ocupados”.

“Es por ello que hemos venido hablando con el nuevo director para ver qué posibilidades existen de obtener una solución pronta, porque son ellos quienes dan la orden al Comando de Ingenieros para que hagan la construcción”, concluyó Cárdenas.

El progreso tendrá que esperar

Por todo lo anterior, el trabajo que viene realizando en la carretera el Consorcio Vial Palobayo OGG – RO representado por Ricardo Ortigoza González, de momento, parece que no traerá los efectos positivos que muchos esperaban, pues el traumatismo por la caída del puente aún se siente en varios sectores.

De un lado, el desarrollo agroindustrial encuentra trabas al no contar con vías de acceso que reduzcan los fletes y los tiempos de circulación; por otra parte, el costo que deben asumir los pobladores por desplazarse a otras zonas es mayor.

Asimismo, la promesa de mejorar la conexión de Ambalema con el país, para impulsar el turismo y sacar del olvido el legado de este importante municipio, a corto plazo, no se cumplirá.