Advertencia para los que viven en conjuntos residenciales: 3 alertas para que no coma cuento

En los más recientes días, la inseguridad se disparó en los conjuntos residenciales de varias ciudades, siendo Bogotá una de las grandes afectadas por el actuar de las bandas delincuenciales que se inventan cualquier excusa con tal de lograr su cometido.

(Vea también: Ladrón robó a joven sordo en puente de Bogotá y hasta se le llevó implante para escuchar)

Y es que, ahora, los delincuentes se sirven de excusas que parecen inofensivas de arranque, pero con las que pueden acceder con bastante facilidad a los inmuebles para arrasar con lo que encuentren.

Por ejemplo, en uno de los más recientes casos, un grupo de al menos diez delincuentes robaron bienes avaluados en cerca de 100 millones de pesos, en el conjunto residencial El Cerezo. Allí, uno de los hombres fingió ser un vigilante y anunció una emergencia por un supuesto tubo roto para lograr que los propietarios abrieran sus puertas.

Ese robo fue orquestado con anterioridad, cuando los delincuentes amenazaron a los guardias de seguridad y les quitaron sus atuendos para infiltrarse fácilmente en los apartamentos.

El robo por ventanas abiertas o a primeros pisos de los inmuebles también es muy común. Días atrás, otro grupo de ladrones ingresó a un conjunto residencial aprovechando un descuido de la celaduría. Lo hicieron forzando la endeble reja que daba ingreso a la unidad desde un parque.

Aprovechando que una familia había salido a comer un helado, se infiltraron y saquearon un apartamento con objetos avaluados en más de 20 millones de pesos. Aunque no fueron engañadas, las víctimas sí creen que a través de las ventanas los ladrones estudiaron sus movimientos y la hora de ingreso y salida diaria para cometer el hurto.

También, muchos quedaron sorprendidos por las acciones delincuenciales de una banda que tenía azotados a habitantes de la Floresta Norte, en Bogotá, que robaba campante haciéndose pasar por funcionarios de Enel, Rappi y hasta de la Empresa de Acueducto.

Los pillos usaban prendas de esas empresas para ganarse la confianza de las personas y así acceder hasta los inmuebles con diferentes excusas. Ya allí destapaban sus verdaderas intenciones y saqueaban apartamentos y casas sin que nadie dijera nada.