Calvario que vivió niña con excapitán acusado de abuso, que cayó con la ‘Madame’

Lo contó la menor de 12 años y su mamá luego de que, gracias a una denuncia que interpusieron, capturaran a Raúl Romero Pabón (exmiembro de la Armada).

El drama comenzó cuando la niña se escapó con una amiga de 16 años, con la que su mamá le había prohibido hablar, y que le preguntó: “Estás lista para entrar al negocio?” antes de llevarla donde el excapitán señalado de reclutar menores de bajos recursos, sobre todo vírgenes, para tener sexo con ellas, grabarlas desnudas, marcarlas con tatuajes, y luego chantajearlas, reveló El Espectador que, por seguridad, puso nombres ficticios a las dos chicas (Andrea y Vanessa), y a la mamá de la primera (Marcela).

“Vanessa tenía teléfono y hablaba con Óscar [cómo se hacía llamar el excapitán] todo el tiempo. En un chat él escribió: ‘Tiene que tatuarse. Si entra a la casa no hay vuelta atrás’. Vanessa respondió que ella se encargaba’”.

Tras eso, las dos menores llegaron a una casa de Bomba del Amparo, en Cartagena, donde John Padilla, tatuó a Andrea y luego le hizo varias tomas sin ropa para enviárselas al excapitán.

“John me metió a un cuartico y me puso el nombre del infante de marina en la pelvis, junto a tres corazones y una coronita. Supe que eso iba a suceder cuando iba en el taxi y Vanessa comentó que Romero hasta incluso podía comprarnos una casa […] Vanessa me preguntó si era virgen y le contesté que sí. Luego me advirtió: ‘Dime la verdad, porque si no se nos daña todo el plan’”, narró Andrea.

Tras esto el excapitán “preguntó por chat” que cuánto dinero les mandaba para que buscaran dónde dormir. “John nos dijo que le pidiéramos un millón de pesos”, dijo Andrea, pero al final Romero solo les envió 450 mil pesos, de los cuales 150 mil fueron para el tatuador.

Así pasaron un par de días hasta que el papá de Andrea la encontró y la llevó de vuelta a casa. “Pero ella volvió con la mirada perdida, un mochito cortico y una blusa nueva. Según ella, Raúl le había mandado plata”, rememoró la mamá, que inmediatamente fue a denunciar el caso a la Fiscalía.

“Cuando regresé encontré a Andrea dando gritos, porque le ardía mucho. Entonces vi que tenía el short y la panty pegados a sus partes. Y me mostró el tatuaje. Enseguida fuimos al Caivas y le hicieron exámenes de Medicina Legal […] Mi hija se encerraba y decía que se quería matar, que no quería vivir”, añadió la progenitora.

Desde ese día, Marcela se puso a recolectar pruebas. Incluso, se contactó con el excapitán, le grabó llamadas, y aunque él le decía que no lo denunciara porque podía “comprar al mundo entero”, le puso hasta una cita para entregarlo a las autoridades, ya que el hombre no solo quiso perjudicar a su hija Andrea, sino a otra de 10 años.

Cabe recordar que el excapitán fue capturado en julio, fecha en la que también cayó una proxeneta de Cartagena conocida como ‘Madame’. No obstante, la madre y su familia aún esperan que les den protección de testigos  y que el caso no quede impune.

“La gente se ha enfrascado en el tema de la ‘Madame’, pero pocos hablan del capitán que tatuaba a niñas como su ganado […] Siento un dolor muy grande porque la vida nos cambió. Ahora Andrea no se deja ver de mí cuando se baña”, concluyó la madre, mientras su hija, que aún tiene pesadillas con el hombre, explicó que contó su caso porque no quiere que otra niñas pasen por lo mismo.