En un país sin justicia, la Fiscalía pacta con el crimen, y más opiniones del día
El problema de la corrupción que, además de ser un tema de campaña, es un auténtico cáncer estatal y social, entre las columnas de hoy.
De las palabras a los hechos
Guillermo Perry dice, en su columna de El Tiempo, que ha llegado el momento para que los colombianos dediquen más tiempo y energía a consolidar la paz y no tanto cuestionar los acuerdos con “palabrería” que solo enreda y enrarece el panorama político del país. El llamado lo hace a los sectores de la oposición que empujan en sentido contrario al que pretende ir el Gobierno mermando la capacidad del Estado para hacer lo que tiene debido en las zonas que han dejado las Farc:
“¿Y no será más importante que el número de decretos y leyes que apruebe el Congreso a las carreras, que el Estado ocupe efectivamente los territorios que estaban antes en poder de las Farc y brinde allí, a los ciudadanos que padecieron esta calamidad por muchos años, una auténtica ‘seguridad democrática’ (incluyendo la protección de la vida de los excombatientes de las Farc y los activistas sociales), justicia y servicios públicos?”
Candidatos presidenciales por fuera y por dentro de las coaliciones
María Isabel Rueda hace una reseña de cuáles son los candidatos presidenciales de todos los partidos que aspiran al máximo cargo del Estado. Dice en su columna de El Tiempo que “nunca en la historia de Colombia había habido una lista tan grande de aspirantes presidenciales a la primera vuelta como esta que va a presentarse para las elecciones del 2018”.
Una feria política en donde las coaliciones pueden verse sorprendidas por los cruces de liberales que votan por candidatos de izquierda o derechistas tocando la puerta de liberales.
“En el centro quedarían dos candidatos que tampoco se ve claro con quién van a jugar: Germán Vargas Lleras, con muy buen posicionamiento, pues en varias de las encuestas ya aparece con el 15 por ciento necesario para aspirar a no ahogarse en la primera vuelta y además con partido propio y maquinaria, pero que no tiene aliados. El otro es Juan Carlos Pinzón, quien no figuraba en el radar de los colombianos antes de su distanciamiento con el Gobierno, pero que después logró que durante varios días se hablara de él, lo cual no hubiera podido hacer “sin sacar lo peor de sí mismo”, como se lo reprochó tan hoscamente el presidente Santos”.
En Colombia no son necesarias tantas leyes
Y no solo eso sino que también está mimada por la corrupción, la falta de credibilidad y el peso de cientos de miles de expedientes que siguen sin resolver por años. Luis Felipe Henao propone en El Tiempo “que los procesos deben ser sencillos, para favorecer la eficacia y evitar la impunidad”.
“Es necesaria la grandeza de nuestros jueces, que se dejen reformar para que exista un verdadero equilibrio de poderes; y que se aplique la ley de forma eficiente. No son necesarias más leyes. Lo imperativo es que estas se cumplan. El populismo legislativo es una receta de mediocres y la válvula de escape de corruptos”.
Ardid de culebrero
Luis Carlos Villegas, ministro de Defensa, usa trucos, como de culebrero, para evadir su responsabilidad en la expansión de los cultivos de coca en Colombia. No renunció, como dijo que lo haría, si no se erradicaban 50.000 hectáreas con cultivos ilícitos. Hoy, el país tiene el triple de eso, según datos de la ONU y el ministro evade, dice Mauricio Vargas en su columna de El Tiempo.
“Durante los dos años siguientes, y ante las narices del Ministro responsable del tema, el área sembrada pasó de 64.000 hectáreas a cerca de 150.000, como lo acaba de confirmar la ONU. Y ahora, ese mismo Ministro, que miró para otro lado mientras el país se inundaba de coca, nos promete que se va si no erradica 50.000 hectáreas. Aparte de lo tardía que sería su renuncia, suena a chiste”.
Cuando la Fiscalía pacta con el crimen no hay posibilidades de justicia
Yohir Akerman, desde el diario El Espectador, muestra lo “fabuloso”, la “maravilla”, la “joya” y todo lo demás que revelan las declaraciones del agente de la DEA que investigó las andanzas del exfiscal anticorrupción Gustavo Moreno con su cómplice, el abogado Leonardo Pinilla, para cobrar por sus servicios en la Fiscalía a exfuncionarios envueltos en escándalos de corrupción como el exgobernador de Córdoba Alejandro Lyons.
“(…) debe estar sudando frío el actual gobernador Edwin Besaile, parte de la misma maquinaria de la ñoñomanía, no solo porque la Contraloría acaba de publicar que esa administración sigue pagando facturas falsas en el terrible cartel de la hemofilia, sino porque esa macabra actividad empezó en la administración de Lyons”.
La situación de Venezuela no es tanto culpa del chavismo como del precio del petróleo
Afirma el escritor William Ospina en El Espectador que retrata al oficialismo venezolano como “un proyecto lúcido y generoso que enfrenta el peligro de derivar en un proyecto autoritario y excluyente”. Y saja la discusión sobre la forma en la que el gobierno de Nicolás Maduro intenta, equivocadamente (tal vez un poco necio), controlar la oposición y las protestas sociales con la cárcel:
“… es hora de entender que la cárcel, ese invento maligno, que no resuelve nada y que a veces lo empeora todo, no será nunca el instrumento de una buena política”.
“Un opositor en la cárcel es un mártir”, afirmó.
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