El fiscal Martínez tiene la corbata llena de elefantes, y otras opiniones del día

Nación
Tiempo de lectura: 6 min

Los columnistas le siguen el hilo al mayor escándalo de corrupción que ha azotado al país y su extraña mezcla con el contexto de paz.

Es hora de ver a los guerrilleros como colombianos

Así lo expresa la periodista María Jimena Duzán en la revista Semana, que criticó a los políticos que están en campaña porque cuando intentan incluir a los guerrilleros en sus discursos, no los bajan de ‘terroristas’ o simplemente los ignoran porque ya no dan los mismos réditos que cuando estaban alzados en armas.

Lamentablemente está pasando lo contrario: el uribismo no los baja de terroristas; Claudia López, haciendo gala de un populismo que no se le conocía, ha decidido pasar la página de la paz y empuñar la lucha contra la corrupción que le da más votos; la Unidad Nacional anda extorsionando al presidente para pasarle la JEP y el presidente Santos, que debería estar metido de lleno en la implementación de los acuerdos, anda capoteando el temporal del escándalo de Odebrecht que cada día lo cerca más”.

A Germán Vargas Lleras le pesa la corrupción y el clientelismo de su partido

El panorama político está agitado y lo estará más cuando el Vicepresidente renuncie a su cargo y se meta de lleno en su campaña hacia la Presidencia de 2018, afirma León Valencia en Semana. Sus contradictores le hundirán el dedo en donde más le duele al jefe de Cambio Radical: la corrupción y el clientelismo.

Pero se espera que Vargas Lleras ponga en marcha una campaña de imagen limpia para cautivar a los votantes.

Ahí tiene que deshacerse de una pesada carga. Su partido, Cambio Radical, ha avalado a una legión de políticos corruptos, algunos de ellos mafiosos y criminales ya metidos en espesos líos judiciales”.

El fiscal Néstor Martínez tiene la corbata llena de elefantes, pero él no los ve

Antonio Caballero explica en Semana la enredada madeja de empresas, que fueron clientes de Martínez Neira, y que por ser tan cercanas entre ellas están untadas con el escándalo de Odebrecht. Para el columnista el fiscal se debe declarar impedido para seguir con la investigación y nombrar un fiscal para que haga lo que él no puede por simple principio moral.

Está untado como ministro de la Presidencia, firmante del documento Conpes que dio luz verde a los negocios hoy investigados por él mismo. Está untado más íntimamente como abogado consultor y asesor de las empresas promotoras de esos negocios. Y, lo más grave de todo, está untado como fiscal: pues ya se apresuró a declarar libre de culpa, de entre todas las investigadas, precisamente a la empresa que recibía sus asesorías jurídicas: siguiendo la madeja, a Corficolombiana, de la cual es filial Episol, de la cual es filial Navelena, socia minoritaria de Odebrecht: la cual Corficolombiana pertenece a su vez al Grupo Aval del banquero y constructor Luis Carlos Sarmiento Angulo”.

Hay que evitar que la guerra se recicle con nuevas violencias

Así lo sugiere Diana Calderón en su columna semanal en El País de España. Para la periodista es urgente que las el marco jurídico acordado para dar legitimidad a la paz supere el escrutinio del Senado y empiece a consolidar un proceso viciado por la mezquindad política, las diferencias ideológicas y el afán de poder en un periodo especialmente crítico por ser preelectoral.

Los debates en el parlamento colombiano han dejado ver los apetitos burocráticos de siempre, el ausentismo, impedimentos antes ocultados y demás males que se repiten ante las votaciones urgentes, cuando lo necesario es avanzar en las claridades y los acuerdos en temas planteados por oposición y aliados del gobierno en torno a si los militares corren el riesgo de ser juzgados por tribunales internacionales por responsabilidades derivadas de su mando y en la escogencia con diversidad ideológica además de las mayores condiciones de idoneidad de los 38 miembros a conformar la JEP, para garantizar justicia”.

Hay tantas similitudes en campañas Santos-Zuluaga, que ofenden la inteligencia

La periodista María Isabel Rueda dice en su columna de El Tiempo que los hechos hasta ahora conocidos sobre la injerencia de la constructora Odebrecht en las dos campañas presidenciales, no pueden negar que los candidatos supieran sobre la entrada de millonarias sumas a sus campañas y menos todavía, que esa plata, que llegó tanto a Santos como a Zuluaga de una forma similar, casi calcada, resultara invisible para los responsables de la contabilidad.

Y permítanme otro paralelo, esta vez con la segunda vuelta electoral de Ernesto Samper Pizano. El pánico que cundió cuando en forma totalmente inesperada Pastrana casi empató con Samper en la primera vuelta llevó a sus asesores de campaña a aceptar platas criminales del cartel de Cali por el monto de 6’000.000 de dólares”.

No a las inyecciones de sentimientos de rabia en las campañas presidenciales

La exministra Cecilia Álvarez, muy golpeada por los señalamientos en su contra por una presunta irregularidad en un contrato en la concesión Ruta del Sol II, expresó en su columna de El Tiempo su posición en relación a las campañas emocionales a las que están acostumbrados a montar los jefes políticos en todas las regiones del país.

¿Aceptaremos que un líder nos inyecte rabia? ¡Mucho cuidado! Eso es reducirnos a una primitiva condición animal, a actuar como seres dependientes de otros, como al ganado que se saca para que tome aire y regrese al corral, sin saber que lo único que le espera de esa caminata es la muerte segura”.

Temas Relacionados:

Te puede interesar

Sigue leyendo