Diplomacia en alerta: el Gobierno busca flexibilizar requisitos para embajadores antes de la ley de garantías

A medida que se avecina la vigencia de la ley de garantías en Colombia, la atención recae sobre la Cancillería y los nombramientos diplomáticos que ha impulsado el actual Gobierno. Según lo reportado por fuentes consultadas, existe un borrador de decreto que, aunque aún no ha sido oficializado, podría eliminar casi todos los requisitos formales para ocupar el cargo de embajador. Esta propuesta ha encendido alertas dentro de la institución, ya que abre la posibilidad de que en el corto periodo restante antes de la entrada en vigor de la ley, se consolide la designación de embajadores y otros representantes que carecen de la experiencia que históricamente se ha considerado necesaria para desempeñar estas funciones.

El panorama actual muestra que más de 20 nombramientos diplomáticos —incluyendo embajadores, cónsules y posiciones menos visibles como consejeros de relaciones exteriores— han sido anulados durante este periodo de gobierno. Tal situación evidencia un alejamiento de la promesa oficial de fortalecer la participación de funcionarios con carrera diplomática en estos cargos. La polémica no ha sido discreta: el presidente Gustavo Petro ha señalado a quienes se han formado en la Academia Diplomática, calificándolos como pertenecientes a la “élite”, lo cual ha incrementado la confrontación tanto en el escenario público como en instancias judiciales, donde se ha revertido la mayor parte de las decisiones impugnadas.

El seguimiento a estos casos realizado por la Unión de Funcionarios de Carrera Diplomática y Consular (Unidiplo) indica que en febrero de este año ya se contabilizaban alrededor de 21 nombramientos revocados por vía de demandas judiciales. Ese número ha crecido recientemente, sumando figuras como Rigoberto Niño Corredor —con antecedentes en la Secretaría de Gobierno durante la alcaldía de Petro y que hasta hace poco se desempeñaba como consejero de relaciones exteriores en la embajada de Panamá— y Adriana de Francisco Baquero, hermana de la reconocida actriz Margarita Rosa de Francisco, quien fue nombrada como primera secretaria en el consulado de Miami.

Otros casos llamativos incluyen a María Soledad Garzón Forero, hermana del asesinado periodista Jaime Garzón, quien ejerció como cónsul en Cancún, México, así como a Sebastián Guanumen. Este último, exasesor de campaña de Gustavo Petro en 2022, tuvo su designación como cónsul anulada pero actualmente ocupa el cargo de embajador de Colombia en Chile. Todos estos hechos reflejan cómo los puestos de alto nivel en el ámbito diplomático han estado envueltos en controversias ligadas a la ausencia de experiencia diplomática y a posibles vínculos políticos.

El trasfondo de estos procesos deja en evidencia las tensiones existentes entre quienes defienden la profesionalización de la carrera diplomática y quienes favorecen los nombramientos políticos. La situación ha derivado en una serie de demandas y sentencias judiciales que han marcado el ritmo y la legitimidad de los cambios promovidos por el gobierno en la representación internacional del país. Además, el inminente cambio regulatorio agrega presión al proceso, ya que una vez la ley de garantías entre en vigor, cualquier intento de consolidar estos nombramientos resultará más complejo.

¿Qué consecuencias podría tener para la política exterior colombiana la tendencia a designar diplomáticos sin experiencia?

Esta pregunta adquiere relevancia ya que la representación de Colombia en el exterior requiere, según organismos como la Unión de Funcionarios de Carrera Diplomática y Consular (Unidiplo), de personal calificado no solo en materia de relaciones internacionales, sino también con una trayectoria que garantice la defensa de los intereses nacionales en escenarios complejos. El debate actual pone de manifiesto la importancia de contar con embajadores y cónsules que comprendan los contextos políticos y económicos extranjeros, así como los protocolos diplomáticos que rigen la actividad internacional.

La designación de personas sin carrera diplomática puede tener impactos en el fortalecimiento de la imagen del país y en la eficacia de la gestión exterior, factores que son esenciales para mantener relaciones de confianza y cooperación con otros gobiernos y organismos internacionales. De ahí que la discusión sobre la idoneidad y el perfil de quienes representan a Colombia en el mundo siga vigente y continúe generando opiniones divididas.