No pagar a trabajadora sexual lo puede meter en problemas por violación

Nación
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Así lo establece el Consejo de Estado al sentenciar que hacer ‘conejo’ por servicios sexuales es discriminación y podría dar cárcel.

El fallo del alto tribunal advierte que como el propósito de una relación pactada entre cliente y trabajadora sexual es el dinero, no pagar por este servicio puede considerarse un acto de discriminación a la mujer e interpretarse como una relación sin consentimiento. Entonces, si no hay dinero de por medio se podría deducir que tampoco hay consentimiento y que la relación podría ser un acto de violación, indica la sentencia, que recoge Semana.

Con base en esta determinación, que busca proteger los derechos de las mujeres que ejercen el oficio de la prostitución, el Consejo de Estado involucró a la Fiscalía para que tenga en cuenta el fallo a la hora de abordar casos en los que los hombres van a “casas de citas” y salen sin pagar.

“Considera necesario exhortar a la Fiscalía General y a la Rama Judicial para procurar por un mayor compromiso con las formas de violencia sexual y con la protección adecuada de quienes han sido víctimas de este flagelo; para el efecto la necesidad de considerar el incumplimiento de compromisos de pago en el comercio sexual como elemento determinante de la falta de consentimiento en la relación”, dice un aparte la providencia, que cita ese medio.

“Quien solicita servicios sexuales y los recibe debe cumplir su compromiso, pero en forma particular debe tratar con consideración a la persona con la que compartió sexualmente (…) En este caso lo que se le recrimina al hombre es que haga alarde de no haber pagado, y se vanaglorie de no haberlo hecho”, explicó la magistrada del Consejo de Estado Stella Conto, a Noticias Caracol.

La sentencia obedece a una demanda de un hombre que estuvo en la cárcel por incurrir en esta falta, y que al ser absuelto pedía una indemnización de 200 millones alegando “daño en la vida en relación, pérdida de placer de disfrutar la vida normalmente”. No obstante, según el impreso, el tribunal advirtió que en este caso el hombre incurrió en un acto doloso.

“Hay clientes muy abusivos que terminan amenazando a las compañeras. Las roban, las usan, están con ellas y no son capaces de pagarles”, manifestó al noticiero una trabajadora sexual que se refirió a las excusas rebuscadas que usan los hombres con tal de no pagar.

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