Alarma por cartera millonaria en multas de tránsito en Armenia: ¿Cuántas deudas ya no se pueden cobrar?

La Secretaría de Tránsito y Transporte de Armenia (Setta) ha encendido alertas debido al preocupante aumento de la cartera por multas de tránsito en el municipio. De acuerdo con Daniel Jaime Castaño Calderón, titular de la dependencia, los reportes más recientes muestran que la deuda acumulada ya supera los $60.000 millones. Este crecimiento acelerado ha sido atribuido, en gran medida, al mayor número de comparendos que se han impuesto durante los últimos años, situación que contrasta con periodos anteriores y evidencia un cambio notable en la dinámica de control y sanción en las vías de la ciudad.

Según Castaño Calderón, los dos últimos años —2024 y 2025— han tenido cifras significativamente superiores de comparendos respecto a ejercicios anteriores. Esto ha provocado que la cantidad de multas por cobrar aumente de forma sostenida, generando un escenario financiero desafiante para las finanzas municipales y la operatividad de la dependencia encargada. Aunque la Setta se encuentra activa en la recuperación de estos recursos, utilizando los mecanismos legales disponibles, en la práctica no siempre logran el efecto esperado.

La estrategia de cobro coactivo empleada por la administración incluye órdenes de embargo sobre productos financieros y bienes muebles o inmuebles pertenecientes a los infractores. Sin embargo, la efectividad de estos procedimientos es limitada porque una proporción importante de los deudores no cuenta con bienes que puedan ser embargados, aumentando la posibilidad de que las multas prescriban por vencimiento de términos. Ante este panorama, el municipio ha anunciado el inicio de un proceso de depuración conjunta con la Secretaría de Hacienda, cuyo propósito es limpiar la base de datos de aquellas deudas cuya recuperación ya no es posible legalmente, evitando así una “cartera inflada” que no refleja la verdadera situación financiera.

El secretario reconoció la complejidad de la situación y subrayó que parte del desafío radica en distinguir cuáles obligaciones aún pueden cobrarse y cuáles ya están fuera del alcance jurídico. De esta manera, la administración busca conocer con precisión cuál es el monto real sujeto a cobro coactivo y enfocar sus esfuerzos en cuentas que sí tienen alguna posibilidad de recuperación.

La problemática de la cartera vencida se agrava al revelar la existencia de infractores con deudas sumamente altas. Según los estudios internos de la Secretaría de Tránsito, se han identificado más de veinte conductores que acumulan obligaciones superiores a los $100 millones cada uno, generalmente vinculadas a comparendos por conducir bajo efectos del alcohol, que implican sanciones especialmente onerosas. Estas sumas se ven incrementadas, además, por el devengo de intereses a lo largo del tiempo.

Como medida adicional de control, la Setta ha puesto en marcha la suspensión de licencias de conducción para aquellos conductores reincidentes: quienes cometen más de dos faltas en un semestre pueden perder el derecho a conducir. Esta sanción permite a la autoridad ser más estricta en su labor y, según Castaño Calderón, contribuye a crear conciencia sobre la importancia de cumplir con la norma y evitar nuevas infracciones.

Finalmente, el secretario invitó a la ciudadanía a respetar las normas y señales de tránsito, subrayando que el principal objetivo es fomentar la responsabilidad y evitar el agravamiento de las deudas entre los conductores. La gestión eficiente y transparente en la recuperación de la cartera morosa es hoy en día un reto fundamental para la ciudad y sus autoridades.

¿Qué ocurre si una multa de tránsito prescribe?

Una de las inquietudes recurrentes frente al aumento de la cartera vencida es saber qué sucede cuando una multa de tránsito prescribe. Este tema es relevante no solo porque afecta el monto real recuperable para las arcas municipales, sino porque tiene consecuencias legales para los infractores, liberándolos eventualmente de la obligación de pago. La prescripción ocurre cuando se agotan los plazos establecidos por la ley para efectuar el cobro, y las autoridades deben ajustar sus registros para que los datos reflejen únicamente aquellos montos susceptibles de recuperarse. Para los municipios, la actualización y depuración de estas obligaciones es esencial para mantener la credibilidad y eficacia de sus sistemas de control y recaudación.

En el caso específico de Armenia, el reconocimiento de la prescripción de multas ha impulsado acciones coordinadas entre la Secretaría de Tránsito y la Secretaría de Hacienda para depurar la cartera, lo cual permitirá enfocar los esfuerzos en los casos que realmente pueden ser recuperados y evitar recursos en procesos que no surtirán efecto.